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Defenderé el plantel, afirma docente amenazada con desalojo en Zacatecas

Religiosas de Las Coloradas pretenden sacarla de la Casa del Maestro y derruir ésta para edificar un templo

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▲ La escuela primaria federal multigrado Vicente Guerrero, ubicada en la comunidad de Las Coloradas, municipio de Ojocaliente, Zacatecas, donde imparte clases la maestra Lucila Torres Bustos, quien enfrenta acoso de un grupo religioso.Foto La Jornada
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 24 de junio de 2024, p. 33

Zacatecas, Zac., Hasta la puerta de la Casa del Maestro, donde vive la mentora Lucila Torres Bustos, llegó el pasado primero de mayo una comitiva de mujeres católicas encabezadas por la predicadora del pueblo, Stacy de Luna, para advertirle a la responsable de dar clase a los niños de primer grado de primaria, que tenía cinco días para abandonar la comunidad de Las Coloradas, municipio de Ojocaliente, porque ella representaba al diablo.

Ya váyase si no quiere que le pase algo a usted o a sus hijos, le advirtió Rosa Elia Rivera Ramírez, presidenta de la Asociación de Padres de Familia de la primaria federal Vicente Guerrero, quien se sumó a las religiosas.

La profesora le respondió: “¿me está amenazando?, y Rivera le dijo: no lo tome como amenaza, nada más como algo que debe usted hacer, ya retirarse.

La profesora Torres Bustos dijo en entrevista que a pesar de la presión está decidida a defender el plantel, a donde llegó a impartir clases, tras egresar de la normal rural de Cañada Honda, Aguascalientes.

Torres Bustos relató cómo comenzó este conflicto. “Fue en abril pasado cuando una mujer apodada La predicadora (Stacy de Luna), iba a las casas de las familias a reunir firmas para que yo dejara la Casa del Maestro y el terreno, para construir una iglesia. Les decían: ‘queremos correr a la profesora’”.

De los cuatro docentes adscritos a ese colegio sólo Lucila Torres vive en la Casa del Maestro. Otro mentor, Roberto Hernández Flores –el director–, habita en su domicilio y dos más van y vienen a diario hasta la ciudad de Zacatecas.

La educación no es un capricho, es un derecho

Debemos defender la educación y la enseñanza de los niños, que no queden sin ella los niños de aquí. No es un capricho, es un derecho constitucional el que defendemos, manifestó Torres Bustos.

En el centro del pequeño poblado, en la calle Vicente Guerrero se ubica la Casa del Maestro, que antaño fue la primera escuela rural federal Hermanas Castorena que tuvo Las Coloradas, en 1951.

Frente al inmueble está una pequeña iglesia, y a un costado la actual primaria federal multigrado Vicente Guerrero, donde toman clase 87 niños, atendidos por cuatro docentes.

La predicadora sostiene que tuvo una visión

Las mujeres religiosas del lugar quieren apropiarse de la Casa del Maestro y su terreno, porque La predicadora sostiene que tuvo una visión, en la que Dios le pidió construir en ese sitio una nueva iglesia.

Desde que comenzó el diferendo, la comunidad se dividió. Sesenta y siete lugareños firmaron una petición escrita, promovida por las católicas, de respaldo al desalojo de la maestra Lucila.

Pero otros 113 residentes signaron un acta al término de una asamblea donde estuvieron las autoridades ejidales, el delegado municipal y representantes del departamento jurídico de la Secretaría de Educación, para que no se toque la primaria Vicente Guerrero ni la Casa del Maestro.

Después de esa reunión el grupo de religiosas acudió por la noche a la Casa del Maestro, y amedrentaron a la docente. Ese día en la madrugada echaron agua bendita y rezaron el rosario de Jericó, porque decían aquí estuvo presente el demonio.

Las católicas son respaldadas por el sacerdote, que desde la comunidad vecina de Palmillas, acude a oficiar misa a Las Coloradas, asegura la profesora Lucila Torres.

Desde el ayuntamiento se ofreció apoyo a la mentora a través del departamento jurídico y cuando venció el emplazamiento de cinco días que le impusieron las religiosas, llegaron policías municipales en dos patrullas; venían a apoyarme en caso de que lleguen estas señoras a sacarme, dijo la docente.

Días después, la Secretaría de Educación de Zacatecas envió a un par de supervisores que se dieron por enterados del asunto y no han regresado a la comunidad.

Por lo pronto, las católicas, encabezadas por La predicadora, mantienen su posicionamiento de que la maestra Torres abandone la Casa del Maestro; tres veces al día rezan el rosario en la pequeña iglesia del lugar y transmiten su plegaria por los altavoces del pueblo.

Todavía el pasado 10 de mayo, el sacerdote de Palmillas ofició una misa en la parroquia de Las Coloradas, y durante su sermón, arremetió de nuevo contra Torres Bustos: que ya la maestra se salga del terreno, debe construir su propia casa, ¿qué hace aquí?.

La profesora normalista acudió a la cabecera de Ojocaliente y se entrevistó personalmente con el cura, a quien le advirtió que ya levantó ante el Ministerio Público un acta circunstanciada por las amenazas en su contra.

El párroco le dio una opinión del problema: “eso es fanatismo… la iglesia no está pidiendo otro templo, que no hablen en nombre de Dios”; sin embargo, el problema persiste.