A las organizaciones que acompañan a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 les tomó por sorpresa el señalamiento del gobierno federal respecto a que fueron complacientes con la administración pasada para la construcción de la llamada verdad histórica.

Abel Barrera, fundador del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, lamentó esa expresión, que se dio el miércoles, horas después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió con las familias de los jóvenes. Se está buscando culpables en lugar de centrarse en los avances que tiene esta administración sobre el paradero de los estudiantes, aunque no hay resultados, lamentó el defensor.

En entrevista, reprochó que persista la descalificación sistemática hacia las organizaciones, el no reconocerlas como defensoras de los derechos humanos pese a que, por ejemplo, Tlachinollan lleva 30 años de trabajo en La Montaña de Guerrero con estudiantes y comunidades indígenas.

El luchador social señaló que ese tema no fue planteado en el encuentro, sino que fue algo muy terso en términos de la participación de padres y madres. Por ello consideró que es lamentable que se focalice este comunicado contra nosotros, que se desvíe la atención.

Barrera indicó que responsabilizar a las organizaciones es no reconocer la contribución que hemos tenido en el caso, que llevamos con los padres estos 10 años, que ha sido muy cercana a su dolor, a su lucha. Hemos sido muy respetuosos de lo que ellos han decidido en términos de su exigencia ante las autoridades. Es erróneo decir que somos seudodefensores y que estamos haciendo un trabajo que busca dañar los esfuerzos del gobierno, dijo.