Panamá. Panamá anunció ayer que acelera sus planes para deportar a ilegales que entran a su territorio por la selva de Darién rumbo a Estados Unidos. En lo que va del año, cerca de 200 mil migrantes han atravesado la selva.

El nuevo director del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, Roger Mojica, indicó que los delincuentes internacionales usan esta región como base de operaciones, de ahí la necesidad de apelar a la solidaridad internacional respecto de la causa que genera el problema, y buscar soluciones con países involucrados.

Mojica explicó que la repatriación o expulsión del país dependerá del registro migratorio de las personas, como quiénes cuentan con los sustentos para permanecer en Panamá o tienen casos pendientes.

El acuerdo suscrito con Estados Unidos permitirá iniciar el cierre de la frontera con Colombia, sobre todo en tres pasos no autorizados que utilizan los caminantes por la costa del Pacífico y del Caribe, así como senderos terrestres que dan acceso al sector del Hito de Chucurti. De esa manera, agregó, se evita la dispersión de fuerzas de seguridad en múltiples puntos.

Texas indaga a ONG

En tanto, el gobierno de Texas extiende sus pesquisas a organizaciones de ayuda en la frontera con México, con acusaciones de que éstas facilitan el ingreso a Estados Unidos de manera ilegal.

El gobierno estatal presentó varias demandas ante los tribunales, las cuales un juez calificó de acoso luego de que el estado intentó cerrar un refugio en El Paso.

Desde febrero, el secretario de Justicia de Texas, el republicano Ken Paxton, solicitó documentos al menos a cuatro grupos de Texas que proporcionan refugio y alimentos a migrantes. El escrutinio del gobierno estatal no detuvo el trabajo de las organizaciones, pero sí el temor de que se produzca un efecto amedrentador entre quienes ayudan a inmigrantes.

Por otra parte, cada vez son más las personas que emprenden un peligroso viaje a través de África en su camino hacia el Mediterráneo y Europa, una ruta en la cual organizaciones criminales los someten a esclavitud, extracción de órganos, violaciones, secuestros para pedir rescate y otros abusos, según datos de Naciones Unidas y otros organismos.

Un informe publicado ayer por las agencias de la Organización de Naciones Unidas para los refugiados y la migración, y el grupo de investigación Mixed Migration Centre, calcula que las rutas terrestres en África son dos veces más mortíferas que las marítimas a través del Mediterráneo.

Según el informe, por ellas transitaron más de 72 mil migrantes y refugiados entre enero y junio, y 785 personas han muerto o desaparecido en esos seis meses, según cifras de la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados.

En este contexto, 89 cadáveres fueron recuperados frente a la costa de Mauritania después de que esta semana volcó un barco de migrantes rumbo a Europa.