Morena no ha trazado hasta ahora una ruta para la renovación de su dirigencia. La presidencia de Mario Delgado concluye el 31 de octubre, aunque se prevé que se mantenga hasta finales de septiembre, para luego incorporarse al gabinete de Claudia Sheinbaum Pardo, como titular de la Secretaría de Educación Pública.

Conforme a los estatutos del partido, deberá pedir licencia y se tendrá que nombrar un interino. La designación inmediata recaería en la secretaria general, Citlalli Hernández, quien no podría mantenerse en el cargo más allá del 31 de octubre, porque Delgado prorrogó su mandato hasta esa fecha por el proceso electoral federal.

En caso de que ella asumiera otras tareas, se nombraría a un delegado especial y el Comité Ejecutivo Nacional de Morena determinaría el método para elegir la próxima dirigencia, ya sea a través de encuesta o un congreso nacional, explicaron morenistas.

Al respecto, el senador de Morena César Cravioto comentó que no hay prisa en nombrar a la nueva dirigencia de Morena, ya que faltan aún tres meses para que el comité ejecutivo encabezado por Delgado concluya el periodo para el que fue elegido. Podría adelantarse incluso o esperar hasta el final, agregó.