En medio de la polémica que envuelve al Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras su debacle en la pasada jornada electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador recordó que “es un partido que surgió de una revolución social, importantísimo (…) y los priístas ahora de repente (están) a favor de la privatización del petróleo, en contra de la educación pública… o sea, (es) una aberración”. Sin embargo, agregó en la mañanera de ayer que el PRI ya se está deslindando, porque ya hablaron de que renuncian a la política neoliberal, que no aceptan ya la política que impusieron presidentes priístas, ¿no?

Tras la contundente derrota electoral de su alianza con Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el tricolor está sumido en un conflicto interno por la intentona de su dirigente nacional, Alejandro Moreno, de mantenerse al frente del partido tras haber modificado los estatutos.

Si bien el mandatario no se pronunció sobre esa polémica, sí recomendó que el PRI y el albiazul revisen de dónde vienen, qué dio origen a esos partidos. Y si pueden, aunque no es fácil, que definan su perfil. No es fácil porque, como perdieron ideales y principios, ya todo lo que los une son los intereses.

Recordó que en los gobiernos del PRI –que tras la Revolución tuvo otras siglas– se crearon las confederaciones Nacional Campesina y de Trabajadores de México.

También se expropió el petróleo y se nacionalizó la industria eléctrica, se desarrolló la infraestructura pública del país, se creó el Instituto Mexicano del Seguro Social, se impulsó la educación pública y se mantuvo una adecuada política exterior. México fue el único país que votó en contra de la expulsión de Cuba de la OEA.

Destacó administraciones como la del general Lázaro Cárdenas, artífice de la expropiación petrolera; Adolfo Ruiz Cortines, honesto, no corrupto, y Adolfo López Mateos, que si bien tiene sus manchas, como todo en política, sobre todo por el asesinato de (Rubén) Jaramillo, tiene cosas buenas, como la nacionalización de la industria eléctrica y la instauración de los libros de texto gratuitos.

Sin embargo, al paso del tiempo, el PRI apostó por políticas neoliberales, explicó el jefe del Ejecutivo. Y añadió que ahora comienzan –en el discurso– a deslindarse de ese modelo. Todo es válido. Yo creo que sí es importante que ellos hagan un análisis, es muy buena la autocrítica, y pueden ellos regresar a sus orígenes.

En cuanto al PAN –varios aspirantes a dirigirlo se han pronunciado por romper el lazo con el tricolor–, el tabasqueño consideró que su alianza con el salinismo (el gobierno de Carlos Salinas de Gortari) le perjudicó mucho.

Otro elemento lamentable para estos partidos, comentó el mandatario, fue que pasaron a formar parte de una comedia en la que ellos recibían órdenes. Al final de cuentas no eran los dirigentes del PRI y del PAN los que decidían, sino los potentados. Esto último fue extremo, donde el gerente del bloque conservador era Claudio X. González.

Volvió a exhortar al empresario a informar sobre los recursos que se usaron en las campañas contra su gobierno, y también demandó al gobierno de Estados Unidos explicar por qué apoya a la organización de X. González.