solución alternativapor incendio en estación
Sábado 13 de julio de 2024, p. 13
Con gran celeridad y en un proceso donde no se ha tomado plenamente en cuenta a las víctimas, por segunda ocasión, el director del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, busca que el juzgado que lleva el caso del incendio de la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, le acepte una solución alternativa
con la que quedaría absuelto de la tragedia más grave que ha ocurrido en una estancia
, que dejó 40 extranjeros fallecidos, aseguró Marcos Zavala, abogado que acompaña a algunas de las víctimas.
En entrevista con La Jornada, explicó que con ese recurso, Garduño busca acortar el proceso mediante una reparación integral del daño, lo cual se conocerá hasta la audiencia del 12 de agosto.
Por ello advirtió que la solicitud del funcionario, en caso de concedérsele, representa una resolución con efectos técnicamente absolutorios. No quedaría prácticamente ningún antecedente, no enfrentaría el proceso hasta sus últimas consecuencias. De ahí la existencia e importancia de la audiencia
, subrayó.
El abogado de la Fundación para la Justicia dijo que no es la primera vez que el titular del INM recurre a este mecanismo, pues el 22 de septiembre de 2023 lo hizo, pero en esa ocasión sólo planteó reparar el inmueble y nosotros nos opusimos
porque excluyó a las víctimas.
Mencionó que de los 11 procesados por el siniestro, el 27 de marzo de 2023, sólo a Garduño –quien tiene medida cautelar de firmar cada 15 días en el Centro de Justicia Penal de Ciudad Juárez– y Antonio Molina, ex director de Control y Verificación migratoria, les imputaron el delito de ejercicio ilícito del servicio público; a los demás sí los acusaron de los homicidio y lesiones.
Por otra parte, Zavala indicó que tres mujeres que estuvieron en el incendio exigen ser reconocidas como víctimas. Acusó que la fiscalía se niega a hacerlo, pese a que recabó sus testimonios para imputar a los acusados. Una es Kelly, colombiana, quien jamás olvidará, los gritos, la desesperación y las súplicas
, así como el abandono
de las autoridades al negarse en principio a abrirles la celda donde tenían retenidas a 15 mujeres.
Hemos estado en silencio por mucho tiempo por miedo e incertidumbre; nuestras vidas no volverán a ser igual
, aseveró Kelly, al reprochar que las autoridades las requieran como testigos, sin reconocerles que también fueron víctimas.
Narró que cuando el siniestro comenzó, lo que escuchó fue a un trabajador del INM decir: “‘¡Salgamos de aquí que esto se prendió!’ Todos inmediatamente salieron y nos dejaron en la celda, no nos iban a sacar, pero nosotras empezamos a hablarle a la custodia para que nos ayudara. El humo se esparció en segundos, y fue cuando nos abrieron”.