Debe ser revalorada no desde las dádivas, sino desde la conciencia
, sostiene su director artístico
Miércoles 17 de julio de 2024, p. 5
La Orquesta Típica de la Ciudad de México (OTCM) debe ser revalorada no desde las dádivas, sino desde la conciencia
, sostiene Alberto Torres Xolocotzi, director artístico de esa agrupación que este 2024 cumple 140 años y con ello se convierte en la más antigua del país y el continente en activo.
“Quizá diga algo incorrecto, pero creo que muchas veces se revalora a esta orquesta a partir de decir: ‘Pobrecitos, necesitan apoyos’, y eso es incorrecto; no es a través de dádivas; es decir, a ver qué nos dan para ver qué podemos hacer, como debe ser revalorada. Tiene que serlo desde la conciencia de que es la orquesta del pueblo de México y la que representa incluso a nuestro continente”, explica el también flautista.
Se puede decir rápido 140 años, es sólo una cifra, pero hay que pensar en la cuestión histórica, en todo lo que la orquesta ha dado al pueblo de México a través de la interpretación de la música tradicional y popular del país y ser el escaparate para la obra de muchos autores, como Juventino Rosas o Alfonso Esparza Oteo, de todos esos músicos que han dado su vida para que se tenga este soporte de lo que es tradicional, lo que es del pueblo.
Con un año al frente de la OTCM, el director de origen tlaxcalteca, en entrevista con La Jornada, explicó que la parte central de los festejos de la agrupación se realizará en septiembre, de la mano de su tercera temporada del año.
El programa 140-30 La Típica celebra al Cenart, que se presentó al público de manera gratuita el domingo pasado, estuvo conformado por piezas del repertorio tradicional de esa orquesta que aluden a la naturaleza, entre ellas La cigarra, de Raymundo Pérez y Soto; Vals azul,de Esparza Otero; Tierra de temporal, de José Pablo Moncayo; Las bicicletas, de Salvador Morlet, y Río rosa, de Alberto Alvarado, cuyo 85 aniversario luctuoso se conmemora mañana, y el 10 de diciembre, los 160 años de su natalicio.
Orgulloso de pertenecer a la OTCM, como asegura ocurre con sus otros 91 integrantes –entre atrilistas y miembros del coro–, para Torres Xolocotzi resulta imperativo que ésta sea vista como lo que es: un acervo historico, cultural y artístico invaluable, una institución del país
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Lamenta que ha habido épocas que ha padecido el olvido y eso finalmente opera en contra. Nos sentimos muy orgullosos de ser la orquesta más longeva de la región, de tener mucha música y un acervo histórico maravilloso, y porque todos los que la formamos somos músicos mexicanos. Pero finalmente sabemos que la cuestión de la música clásica, por el tipo de canon que se estableció, tiene un poco rezagada a la orquesta
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Refiere que, con motivo de este 140 aniversario, a todos quienes forman parte de la agrupación nos gustaría, por ejemplo, tener una sede propia, con las instalaciones que requieren y tienen todas las orquestas, como la filarmónica de la Ciudad de México o la Sinfónica Nacional
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Reconoce que la Secretaría de Cultura capitalina, instancia de la que dependen, les asignó la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) Cosmos; sin embargo, consideró que al tratarse de un recinto donde convergen muchas disciplinas, entre ellas teatro, danza y artes visuales, no ofrece las condiciones óptimas.
Torres Xolocotzi resalta que la OTCM vio la luz en 1884, con el fin de difundir la música tradicional y popular mexicana, encomienda que se mantiene vigente, dice, ya que en el transcurso de la historia esas expresiones han sido soporte fundamental para la música nacional de concierto.
Tenemos compositores que no se conocen porque no se les ha hecho justicia. Hay muchos que están en el olvido y cuyo rescate y puesta en valor es uno de los rasgos importantes de la orquesta típica, como parte de su tarea de difundir, resguardar y promover la música mexicana popular y tradicional.
Otro aspecto que destaca de la labor de esta institución musical y que le otorga su singularidad son los instrumentos típicos que forman parte de ella, como el salterio, el bandolón, el bajo sexto y la guitarra, varios de los cuales, a su decir, si no son valorados y corren el riesgo de desaparecer.