No está muy complicado dar solución al conflicto que desde hace varios meses enfrenta la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), consideró ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia mañanera.

Ante la pregunta de los reporteros sobre el tema –luego de que integrantes de la comunidad de esa casa de estudios se manifestaron desde temprano en el exterior de Palacio Nacional para exigir respeto a la autonomía universitaria– el mandatario señaló que la problemática se dificultó por el pasado proceso electoral.

Según mi visión se enredó, porque se atravesaron las elecciones, entonces una parte de la comunidad de la UAS se fue a hacer campaña a favor de un grupo, y otro grupo hizo proselitismo en favor de otro grupo, y eso exacerbó el problema. Pero ya pasaron las elecciones, entonces, ya serenos, los van a atender en la Secretaría de Gobernación (SG) y ojalá que se llegue a un acuerdo, es lo mejor.

Explicó que algunos alumnos, académicos, trabajadores, autoridades de la institución universitaria y hasta habitantes de Sinaloa se han confrontado con el gobierno del estado porque consideran que hay irregularidades en la casa de estudios.

Frente a ello, y pese a decir que no quería tomar partido, respaldó al mandatario sinaloense, Rubén Rocha Moya. Le tengo mucha confianza al maestro Rocha, al gobernador, y él es partidario del diálogo. Entonces, ojalá se llegue a un acuerdo entre las partes, reiteró.

Es bueno que las clases no se hayan suspendido

Destacó que aun cuando el conflicto en el seno de la institución universitaria ya lleva tiempo, las clases no se han suspendido. Eso es bueno, destacó.

Desde antes de que comenzara la conferencia mañanera de ayer, cientos de alumnos, padres de familia y trabajadores de la UAS –que salieron el lunes de Culiacán a bordo de camiones de la universidad– se plantaron afuera de Palacio Nacional para acusar a Rubén Rocha y al Congreso estatal de pretender reformar a modo la Ley Orgánica de la UAS.

Más tarde, en el Monumento a la Revolución, durante la sesión pública extraordinaria del Consejo Universitario, el encargado de despacho de esa casa de estudios, Roberspierre Lizárraga Otero, destacó que “en la mesa de diálogo entre el gobernador Rubén Rocha, la titular de la SG, Luisa María Alcalde y su servidor –Lizárraga–, en el Palacio de Cobián, hubo momentos críticos, pero al final quedó claro: la autonomía universitaria no se toca”.

Lizárraga refirió que la SG acompañará la revisión de los 12 procesos judiciales contra autoridades universitarias de la UAS, porque fueron, acusó, procesos fabricados por el gobierno del estado y la fiscalía estatal y los agentes ministeriales que se prestaron a atender la consigna del gobernador morenista contra la UAS.

Después de 24 horas de viaje, los inconformes únicamente permanecieron 12 horas en la Ciudad de México; sin embargo manifestaron: “nos vamos satisfechos por la defensa de la autonomía, pero este es sólo el primer paso. No nos confiemos…”