Si bien en 2023 hubo más individuos en la cárcel en México frente a 2022, el número de personas sin sentencia se redujo al igual que las personas en prisión preventiva oficiosa, pero subieron las del estatus justificado, revelaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El Censo Nacional de los Sistemas Penitenciarios Federal y Estatal 2023 reportó que cuatro de cada 10 personas privadas de la libertad en centros penitenciarios están sin una sentencia; esta proporción es todavía mayor para las mujeres, pues en su caso es una de cada dos de ellas.

Según el informe se dio a conocer que el número de personas en el país privadas de la libertad disminuyó de 88 mil 172 personas sin sentencia en 2022 a 86 mil 984 personas en 2023.

Así, en promedio, 37.3 por ciento de los individuos en esta condición en 2023 no contaban con un veredicto en sus casos. En terminos de género, 46.9 por ciento de la población femenil se encuentra en esta condición, mientras en los hombres, 36.7 por ciento.

En 2023, del total de la población privada de la libertad sin sentencia, 44.3 por ciento (38 mil 533 personas) se encontró en prisión preventiva oficiosa; es decir, se aplica de manera automática para los delitos citados en la legislación; 32.5 por ciento (28 mil 269 personas), en prisión preventiva justificada (alto riesgo de que se escape); 3.5 por ciento, en otro supuesto jurídico, y 19.7 por ciento no se identificó el tipo de estatus jurídico.

Cabe recordar que en 2022, del total de población privada de la libertad sin sentencia (88 mil 172 personas), la mitad, 50.2 por ciento (44 mil 262 personas), estaba en prisión preventiva oficiosa; 23.9 por ciento, en prisión preventiva justificada (21 mil personas); 11.4 por ciento, en otro supuesto jurídico, y 14.5 por ciento no se identificó el tipo de estatus jurídico, reveló el año pasado el Inegi.

En tanto, la población privada de la libertad o internada, en los ámbitos estatal y federal, se conformó por 233 mil 277 personas al cierre de 2023, su nivel más alto en los registros del organismo que iniciaron en 2017, y representó un aumento de 3.2 por ciento frente a 2022, cuando se reportaron 226 mil 77 personas. Nueve de cada 10 correspondieron a hombres y sólo 5.7 por ciento a mujeres.

Al comparar con 2022, la población privada de la libertad o internada con sentencia aumentó 6.2 por ciento, mientras que la población sin sentencia disminuyó 1.5 por ciento.

Sobre los delitos que cometieron los hombres, secuestro fue el más común en los centros penitenciarios federales, en tanto robo fue el más frecuente en los centros penitenciarios estatales; homicidio ocupó el segundo lugar en ambos casos.

El secuestro fue el delito que más cometieron las mujeres a nivel federal y el robo fue el delito con más registros en los centros penitenciarios estatales y centros especializados.