La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) los criterios que deben cumplir las instancias evaluadoras, que incluye a docentes, directivos y supervisores, para los procesos valorativos, cualitativos, continuos y formativos en educación básica y media superior.

El documento, que ayer entró en vigor, señala que si bien dichos criterios no son aplicables a la evaluación del aprendizaje con fines de calificación, sí forman parte central de los procesos pedagógicos que se realicen en el aula, como fomentar la participación de los alumnos en la propia valoración de sus aprendizajes.

La Mejoredu, como organismo público descentralizado, tiene como objeto coordinar el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, y entre sus atribuciones se encuentra establecer los citados criterios, además de emitir lineamientos para el desarrollo del magisterio, el desempeño escolar y los resultados del aprendizaje, entre otros.

Los criterios emitidos por la comisión se inscriben en el marco del nuevo modelo de evaluación diagnóstica, formativa e integral, que pone énfasis en la retroalimentación y en que los resultados obtenidos deben impulsar la mejora continua de la educación.

De ahí que uno de los ejes de estos criterios sea subrayar la importancia de que tanto docentes como directivos incluyan a los estudiantes en los procesos valorativos de sus aprendizajes. En el texto publicado en el DOF se definen los procesos valorativos, cualitativos, continuos y formativos como un conjunto articulado de actividades y tareas que tienen la finalidad de enriquecer y fortalecer el desarrollo de los aprendizajes de los estudiantes y las prácticas docentes, así como de la evaluación.

Define que serán valorativos al permitir estimar y entender, de manera participativa, entre docentes y estudiantes, los avances en el desarrollo de los aprendizajes con la finalidad de apoyar su mejora, pero también para que se promueva la reflexión y la responsabilidad de los estudiantes sobre su aprendizaje.

Los criterios también deberán ser cualitativos, al permitir reconocer y apreciar los contextos específicos, diversidades socioculturales y lingüísticas de los estudiantes, además, de que deberán ser continuos y formativos, pues se busca mantener el diálogo, la reflexión y la retroalimentación para la mejora de los aprendizajes.