Lunes 22 de julio de 2024, p. 24
La declinación de Joe Biden a buscar la relección como presidente de Estados Unidos, aunada al atentado que sufrió Donald Trump el fin de semana pasado, han impulsado al contendiente republicano, por lo cual los mercados financieros se interesan cada vez más en las implicaciones macroeconómicas de las políticas que está proponiendo, consideraron analistas.
Para Christian Keller, jefe de investigación económica de Barclays, la mayoría de los mercados apuntan a una economía estadunidense con un alto crecimiento nominal, tasas de interés elevadas y un dólar fuerte
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De acuerdo con Citi Research, en Nueva York, los eventos recientes podrían hacer crecer a Trump en las encuestas en el corto plazo, pero conforme avance la carrera electoral este efecto se vería parcialmente disminuido.
La referencia es el atentado cometido contra Ronald Reagan en 1981, que significó un incremento de nueve puntos en las encuestas, pero esta ventaja disminuyó en los meses subsecuentes, comentaron especialistas de Citi.
Así, después del fallido intento de asesinato contra el ex presidente Trump y en medio de la presión de los demócratas al presidente Biden para dejar su candidatura, las probabilidades de una victoria de Trump parecen ir en aumento.
Los mercados de apuestas ahora calculan sus probabilidades de victoria en aproximadamente 70 por ciento, significativamente más altas que hace apenas unas semanas. Además, las posibilidades de que los republicanos también ganen tanto el Senado como la Cámara de Representantes también han aumentado.
Keller explicó que una combinación de tarifas comerciales más altas y menos migración son, en principio, choques de suministro negativo que tienen consecuencias inflacionarias. Al mismo tiempo, los impuestos más bajos sin reducciones de gastos equivalentes estimularán principalmente la demanda (aunque también con algunos posibles efectos positivos de oferta).
Esto apuntaría la economía estadunidense con un crecimiento fuerte, pero también generaría mayores presiones de inflación (es decir, expansión rápida del PIB nominal), con tasas de interés nominales más altas y un dólar fuerte.
La desregulación podría compensar las presiones inflacionarias en la medida en que se traduzca en un impacto de suministro positivo y una mayor productividad, aunque tales efectos tradicionalmente llevan tiempo.