Lunes 22 de julio de 2024, p. 12
Después de casi 40 años de la desaparición forzada de Carmelo Cortés, su hijo Catarino Hernández aseguró que existen indicios de que los restos de su padre podrían estar en el panteón civil de Dolores junto a los de un número indeterminado de miembros de la Liga Comunista 23 de septiembre.
En ese sitio cercano al Campo Militar 1, adonde fueron llevados activistas y presuntos guerrilleros en los años 60 y 70, familiares de desaparecidos constataron que se conservan registros de personas sin identificar e inscritas como vinculadas con la Liga 23 de septiembre.
Ayer, Catarino Hernández dijo en conferencia de prensa que acudió al cementerio y aunque no tuvo acceso al registro, los encargados le comentaron que un hombre fue enterrado los primeros días de septiembre de 1975, lo que coincide con la fecha en que las autoridades federales informaron de la muerte de Carmelo Cortés, dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), quien había sido detenido el 30 de agosto.
El gobierno indicó en su momento que los familiares que podían reconocer y llevarse el cuerpo, pero nadie acudió por temor. En ese tiempo, la policía y el ejército tendían trampas con la idea de atrapar a todos los guerrilleros
. Había detenciones masivas e ilegales y a las personas las encerraban en cárceles clandestinas, donde las torturaban y luego desaparecían. Así fue la guerra sucia en México. Por eso nadie reclamó el cadáver de Carmelo.
Catarino conoció la historia de sus padres cuando tenía 10 años. Con el tiempo buscó más información y conoció a otras personas que también buscaban a sus familiares. Todos queremos lo mismo: justicia
.