Miércoles 24 de julio de 2024, p. 11
La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) emitió sus recomendaciones para mejorar las prácticas pedagógicas en pro de la niñez migrante, ante la diversidad de flujos de población en condición de movilidad, tanto internos como internacionales, en los que participan numerosas niñas y niños en edad de cursar su educación básica.
En el documento Repensar a la niñez migrante para fortalecer la práctica docente. Prescolar y primaria, que forma parte del Programa de Formación de Docentes en Servicio 2022-2026: Educación Básica, señala que es necesario que los educadores puedan identificar las mejores prácticas de atención a la diversidad, y que revalore los saberes y la cultura de los alumnos migrantes.
En esta intervención formativa, dirigida a docentes de prescolar y primaria en los servicios general e indígena, así como en escuelas de organización multigrado, que atienden a niños migrantes procedentes de Estados Unidos, jornaleros agrícolas migrantes o de origen centroamericano, el organismo propone a los maestros impulsar una estrategia denominada tertulia pedagógica
.
Este dispositivo permite potenciar las posibilidades educativas del diálogo no sólo entre colegas, sino con los alumnos migrantes y, a través de la lectura, también con los autores de referentes teóricos, a fin de repensar constantemente lo que se hace y cómo se hace
, afirma el documento.
Carencia de documentos, barrera principal
La Mejoredu reconoce que en México se enfrenta un cambio en los flujos migratorios, pues no sólo es un país de tránsito.
Destacó que de los 74 mil 940 niños y adolescentes migrantes registrados en 2021 por la Secretaría de Gobernación, más de 80 por ciento (61 mil 820) provenía de América Central (Honduras, Guatemala y El Salvador); la mayoría tenía entre cero y 11 años, es decir, en edad de asistir a la escuela.
Reconoce que entre las principales barreras para que niñas, niños y adolescentes migrantes accedan a la escuela, está que este derecho se condiciona a que cuente con documentos de identidad y de antecedentes escolares, lo cual genera que los alumnos migrantes que carecen de esos papeles reciban una constancia sin validez oficial, lo que dificulta su tránsito entre grados y niveles educativos en el sistema educativo y en los lugares a los que migran
.