Martes 30 de julio de 2024, p. 18
Moody’s proyecta que el crecimiento de México el próximo año se desacelerará 1.5 por ciento, luego de un avance de 2.4 por ciento en 2024, debido a un recorte del gasto público y a un menor empuje de la economía estadunidense. La firma de riesgo explica que tanto México como Brasil se han beneficiado de la relocalización de cadenas de suministro, pero se espera una desaceleración sustancial en la segunda mitad del año
, derivado de condiciones externas.
Las perspectivas para México y Brasil indican una desaceleración sustancial en la segunda mitad de este año, a medida que la economía estadunidense se enfría y las autoridades en China luchan por impulsar el crecimiento. Aunque las exportaciones de México a Estados Unidos y los ingresos por remesas aún están tratando de alcanzar récords, esperamos que estos dos apoyos clave cambien a medida que el mercado laboral estadunidense se desacelere gradualmente. Otro freno será la reducción del gasto público, ya que la administración entrante prevé un menor déficit fiscal
, añadió Moody’s.
Descarta que reformas tengan impacto mayor
Si bien se espera una desaceleración de la economía mexicana, sobre todo en el gasto público, Moody’s apunta que el impulso de la inversión en México se mantendrá, pese a cualquier incertidumbre que pueda generar la mayoría de Morena y sus aliados en el Congreso y las propuestas de cambios constitucionales que estarían a discusión. Si bien las reformas propuestas han sacudido los mercados, consideramos que el margen para su seguimiento es estrecho y no esperamos que los acontecimientos aquí afecten las perspectivas de crecimiento este año o el próximo
, apuntó.
Moody’s consignó que si bien no es suficiente para evitar una desaceleración más amplia, la inversión extranjera en el sector manufacturero de México está en su nivel más alto en 10 años, ya que los fabricantes siguen buscando una alternativa a China
. En gran parte ello se debe a los salarios, pues las remuneraciones en el país actualmente son 40 por ciento más bajas que en la economía asiática. En 2010, los salarios de las fábricas chinas eran más bajos que en México, pero esta ventaja de costos se ha erosionado en medio de un crecimiento más lento de la fuerza laboral china
.