Gaza. Israel anunció ayer su disposición a reanudar conversaciones de paz, horas después que más de 18 palestinos murieron cuando bombardeó dos escuelas de la ciudad de Gaza, en un ataque que su ejército justificó al asegurar que eran centros de mando de Hamas.

La defensa civil palestina detalló en un comunicado que aviones caza atacaron con misiles la secundaria Al Zahraa y el plantel cercano Abdel Fatah Hamouda, con saldo de al menos 60 heridos y 40 desaparecidos.

Es claramente un ataque contra escuelas e instalaciones civiles seguras en la franja de Gaza, declaró Mohammad al Mughayyir, vocero de la institución.

El ejército israelí informó que antes de la ofensiva se tomaron numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a civiles, incluyendo el uso de municiones precisas, vigilancia e inteligencia adicional.

Aliados de Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) condenaron las declaraciones del ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, tras referirse a una hambruna justificable en Gaza.

“En la realidad global de hoy, no es posible manejar una guerra –nadie nos permitirá privar de alimentos a 2 millones de personas–, aunque esto podría ser justo y moral hasta que ellos devuelvan a los rehenes”, indicó Smotrich en una conferencia de apoyo a los asentamientos judíos.

La cancillería de la ANP indicó que estas palabras apoyan una política genocida en Gaza, de la cual (Smotrich) se jacta, y pidió a la comunidad internacional que le prohíban la entrada en sus países.

La Unión Europea y Gran Bretaña se sumaron al repudio a los dichos del ultranacionalista.

Netanyahu ofrece disculpa

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró a la revista Time que lamenta que Hamas llevara a cabo su ataque del 7 de octubre, y aunque no admitió responsabilidad sobre las causas subyacentes en el hecho, ofreció disculpas.

“Lamento profundamente que algo como esto haya sucedido. Uno siempre mira hacia atrás y dice: ‘¿Podríamos haber hecho algo para evitarlo?’”. El premier también desestimó que deje su cargo pronto, como exigen de manera frecuente miles de manifestantes en las calles de Israel.