De acuerdo con organismos internacionales, como la OCDE, México ocupa el primer lugar en el mundo en abuso sexual infantil y es el principal productor y el segundo consumidor de pornografía de menores, lo que obliga al gobierno y al Congreso a tomar medidas urgentes, coincidieron legisladores y defensores de derechos humanos.

Durante el foro por el Día Nacional de la Solidaridad con las Víctimas de Agresiones Sexuales y en contra de la Violencia Sexual en Niños, Niñas y Adolescentes, realizado en el Senado, se destacó que en torno a ese grave flagelo hay gran impunidad, ya que de cada mil casos de abuso sexual infantil se denuncian sólo 100, de estos, 10 por ciento llega a presentarse ante un juez y únicamente uno por ciento recibe sentencia condenatoria.

La senadora del PVEM Alejandra Lagunes Soto Ruiz, secretaria de la mesa directiva de esa cámara, detalló que en el país cada año 5.4 millones de niñas, niños y adolescentes son víctimas de abuso sexual y, al menos, una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños han sido víctimas de agresiones de este tipo, antes de cumplir los 18 años.

Seis de cada 10 de estas violaciones se cometen en casa y en 74 por ciento de los casos, el agresor es un familiar o pertenece al círculo cercano de la familia, agregó e hizo notar que es necesario visibilizar esta situación para que se pueda erradicar y crear los mecanismos de prevención y de respuesta adecuados para las victimas y sus familiares. Llamó a la sociedad a no cerrar los ojos ante estas atrocidades, porque es nuestro deber proteger a quienes son más vulnerables.

La presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia, Josefina Vázquez Mota (PAN), señaló que nuestro país es el primer lugar en turismo sexual infantil del mundo, lo que deja ver que la corrupción está del lado de quienes destruyen.