Domingo 11 de agosto de 2024, p. 14
Luego de dos años de superar las expectativas de los agentes económicos, el peso, una de las monedas más intercambiadas de las economías emergentes –porque es posible comprar o vender la moneda mexicana las 24 horas y los 365 días del año– está a punto de perder su mote de superpeso
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La estimación mediana del consenso de los analistas que consultó Citibanamex para su encuesta coloca al tipo de cambio al cierre del año en 19 pesos por dólar, mayor que la de 18.80 de la quincena previa. Para finales de 2025, el pronóstico aumentó a 19.70 pesos por dólar, desde 19.40 en la encuesta anterior.
Los analistas económicos reconocen que la paridad peso-dólar es una de las variables más difíciles de pronosticar y más en momentos en que el mundo hace frente a diversos fenómenos que provocan una elevada volatilidad como la observada en las sesiones de los pasados dos meses.
Sin embargo, tras la reversión del carry trade financiado con yenes, analistas se apresuran a revisar al alza sus expectativas de tipo de cambio ante una eventual recesión en Estados Unidos, los riesgo geopolíticos por los enfrentamientos bélicos y por las elecciones en Estados Unidos.
Al cierre de 2023, la divisa mexicana se ubicó en 16.9666 unidades por dólar spot, una ganancia en el año de 13 por ciento. Actualmente, la paridad peso-dólar ronda 19 pesos por dólar.
En semanas recientes la depreciación se ha acentuado por diversos factores, dentro de los cuales destacan ajustes en el carry trade –estrategia en la que los inversionistas toman dinero prestado de economías con bajas tasas de interés, como Japón o Suiza, para financiar inversiones en activos de mayor rendimiento en otros lugares, como acciones estadunidenses o pesos–, ante el giro restrictivo no anticipado en la política monetaria de Japón, y la mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales por una mayor percepción de riesgo de que se registre una recesión en Estados Unidos, principal socio comercial de México.
Aunado a lo anterior, hay señales de desaceleración económica en México y moderación en la narrativa del nearshoring ante anuncios de inversiones pospuestas y retórica proteccionista en la carrera presidencial de Estados Unidos.
Aunque se han visto movimientos importantes en el peso, sostuvo Miriam Acuña, economista en jefe de GBM, y una reacción abrupta que lo han escalado a más de 20 pesos por dólar, los estimados del tipo de cambio lo ubican entre 18.20 y 19.20 pesos por dólar con un punto central de 18.70 pesos a finales de año.
Con la decisión del Banco de México, de reducir la tasa de interés de referencia en 0.25 puntos porcentuales, a 10.75 por ciento, el diferencial entre las tasas de México y Estados Unidos disminuye.
El diferencial ha sido un ancla importante para el tipo de cambio, pero con los eventos en septiembre (la discusión de las reformas constitucionales) y hasta noviembre (las elecciones de Estados Unidos) se avecina una elevada volatilidad en el mercado cambiario.