La inflación continúa erosionando el poder adquisitivo de los hogares de más bajos ingresos en México. La inflación anual, presionada por los precios de los alimentos frescos y la energía, repuntó a 5.57 por ciento en julio, el mayor aumento de los precios al consumidor en los últimos 14 meses.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el séptimo mes del año se produjo un alza generalizada en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) para todos los grupos de ingreso, pero el incremento más pronunciado fue para los que perciben hasta un salario mínimo.

Mientras para el grupo más rico de la población la inflación fue de 5.3 por ciento anual en julio y estuvo por debajo de la media nacional, el aumento de precios al consumidor de los hogares con ingresos hasta de un salario mínimo fue de 6.26 por ciento.

Así, las familias mexicanas con menos recursos tuvieron un oneroso y complicado primer semestre. La inflación de los hogares de menores ingresos fue la más alta desde mayo de 2023, alentada por el incremento de los precios de los alimentos y bebidas, con un alza anual de 8.78 por ciento en julio; mientras, los combustibles estuvieron 5.07 por ciento más caros que hace 12 meses, la tasa más alta desde noviembre de 2021.

Los incrementos a los salarios nominales han compensado los aumentos de la inflación. Sin embargo, las familias más pobres normalmente destinan cerca de 50 por ciento de su gasto a la compra de alimentos y bebidas.

En tanto, la inflación de los hogares que perciben entre uno y tres salarios mínimos fue de 6.11 por ciento anual en julio de 2024.

El área de análisis de Barclays sostuvo que América Latina enfrenta un entorno externo complejo y volatilidad inflacionaria a causa de los precios de los alimentos y los costos del transporte y la electricidad.

En tanto, de las 32 entidades federativas de México, 15 se ubicaron por encima del promedio nacional de inflación; es decir, estos estados presentan mayores presiones en el consumo de sus hogares.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el INPC de Oaxaca mostró el mayor aumento, con una variación anual de 6.90 por ciento en julio. Le siguieron Tlaxcala (6.64 por ciento) y Colima (6.5 por ciento).

En tanto, Baja California Sur mostró la menor inflación anual durante julio pasado, de 3.78 por ciento, lo que dio cierta holgura a sus familias en términos de poder adquisitivo.

Los resultados de la inflación también manifiestan que los estados en la frontera norte de México obtuvieron niveles por debajo del promedio nacional. La mejor, con una variación inferior a 5 por ciento, fue Chihuahua, con 4.81; Coahuila, Sonora y Sinaloa presentaron tasas de 5, 5.02 y 5.1 por ciento, respectivamente.