Lunes 12 de agosto de 2024, p. 6
Londres. Pobladores de la localidad inglesa de Southport se congregaron ayer en el primero de los funerales de tres niñas que fueron asesinadas durante una clase de baile con tema de Taylor Swift.
Recordaron la radiante sonrisa de Alice da Silva Aguiar, de nueve años, y pidieron el fin de los disturbios que han convulsionado a Reino Unido desde ese ataque, perpetrado hace dos semanas.
Cientos de dolientes atestaron la iglesia católica de San Patricio. Estaba tan llena que muchos fieles se quedaron afuera. El templo fue decorado con cintas y globos rosas en honor de Alice. La jefa de policía, Serena Kennedy, estaba entre los asistentes y pronunció el mensaje de los padres de la menor de que nadie debería cometer actos de violencia en nombre de Alice.
Me avergüenzo y lamento mucho que hayan tenido que tomar esto en cuenta al planificar el funeral de su hermosa hija
, dijo Kennedy, quien dirige la policía de Merseyside, que atiende el área circundante a Liverpool.
Espero que cualquiera que haya participado en el desorden violento en nuestras calles durante los últimos 13 días incline la cabeza avergonzado por el dolor que les ha causado a ustedes, una familia afligida
, agregó.
Activistas de ultraderecha se han valido de información errónea sobre el ataque en que murió Alice como pretexto para convocar a protestas contra inmigrantes, las cuales desembocaron en disturbios y saqueos cuando turbas atacaron mezquitas, tiendas propiedad de extranjeros y hoteles que albergaban a solicitantes de asilo.
Los incidentes violentos han sido avivados por usuarios de redes sociales que difundieron información falsa sobre el sospechoso del apuñalamiento del 29 de julio.
Los rumores, que posteriormente fueron desacreditados, se propagaron rápidamente por Internet; en ellos se decía que el señalado era un solicitante de asilo o un inmigrante musulmán, cuando en realidad el agresor nació en Gales, se mudó al área de Southport en 2013 y sus padres eran originarios de Ruanda.