Un grupo de ex trabajadores disidentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) realizó ayer un mitin en las inmediaciones de Palacio Nacional para solicitar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador agilice la adhesión de 2 mil de sus compañeros al programa de compensación vitalicia.

Ramón Pacheco Llanes, presidente del Comité Ejecutivo del Frente Amplio de Unidad (FAU), señaló que de 9 mil ex trabajadores que vieron truncada su jubilación con la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC) en 2009, 7 mil reciben apoyos mensuales desde enero de 2023.

De los 2 mil restantes, explicó en entrevista, un grupo de 900 corresponde a quienes tenían pendiente aclarar aspectos como la antigüedad y los salarios que recibían hace más de 14 años.

Los otros mil 100 electricistas, abundó, son aquellos que cuentan con una renta vitalicia, que están disfrutando de un retiro que ellos fondearon, pero quieren cambiarlo para incorporarse al esquema de compensación vitalicia por justicia social.

En agosto de 2022, el Ejecutivo federal formalizó este programa para dar apoyos a 9 mil ex trabajadores de LFC. La mayoría de los 7 mil ex trabajadores que ya gozan de este beneficio cobran pensiones que de entre 8 mil y 10 mil pesos; en tanto que otro grupo obtiene entre 15 mil y 20 mil pesos, de acuerdo con información del FAU.

El decreto establece que los trabajadores que tenían 19.6 años de trabajo recibirán 50 por ciento de su salario, monto que se incrementará gradualmente hasta 100 por ciento para quienes tenían 24 años y seis meses o más, pero no podrá exceder 67 mil pesos mensuales.

Durante la protesta, los integrantes del FAU insistieron en la creación de una empresa pública que suministre electricidad y que de empleo a alrededor de 20 mil ex trabajadores, ya que desde la extinción de LFC ordenada por la administración de Felipe Calderón en 2009, no han tenido la oportunidad de incorporarse al mercado laboral.