En la jerarquía de las grandes carreras de ciclismo, la Vuelta a España es la puerta de entrada. Después sigue el Giro de Italia y desemboca en la sala real: el Tour de Francia. El fenómeno de los pedales, el esloveno Tadej Pogacar entró por ese umbral a los 19 años para dar comienzo una trayectoria que hoy parece inalcanzable. Por esa razón, en la primera etapa de la carrera ibéri-ca flotaba ese recuerdo al ver al mexicano Isaac del Toro, promesa reconocida en este mundo so-bre ruedas, quien a los 20 años tiene la oportunidad de ser presentado en el circuito de las competencias de mayor abolengo y en un equipo de lujo: UAE Team Emirates, el mismo que representa el de Eslovenia.

En su primera aparición, Del Toro terminó en el puesto 39. La tarea del mexicano en esta Vuelta consiste en ser el escudero del líder del equipo. El sacrificio de los peones al presionar, crear una burbuja, cortar el aire y poner la cara sirve para que su titular tenga me-nos desgaste a la hora de los due-los decisivos.

El gran escaparate

Team Emirates tuvo un gran arranque, pues ayer en la prueba contrarreloj la conquistó el estadunidense Brandon McNulty con el tiempo más veloz en la historia de la Vuelta. El cronómetro registró 12 minutos y 35 segundos, un par de segundos menos que Mathias Vacek y con tres de ventaja sobre Wout van Art. Del Toro marcó 13 con 17, pero su fuerte es la resistencia en las batallas cuesta arriba.

El bajacaliforniano sabe muy bien que este es su gran escaparate,así como lo fue de su compañero Pogacar, una de las ausencias más significativas en esta carrera y quien apenas hace unas semanas conquistó el Tour de Francia.

Del Toro además devolvió la presencia de México en las grandes carreras europeas. Hace más de dos décadas no había un competidor de este país y sólo cinco han llegado a esta competencia; el más reciente fue Juan Alberto Pérez Cuapio, en 2001, y el más antiguo Felipe Enriquez Rojas, en 1988. El mejor desempeño lo tiene registrado Raúl Alcalá, quien terminó séptimo en 1991 y octavo en 1992, además de ser el único que ha ganado dos etapas del Tour francés.

Del Toro salió a la luz hace apenas dos años como una especie de revelación. Desconocido para el mundo del ciclismo europeo, arrebató el triunfo en el Tour del Porvenir, dirigido a competidores juveniles. Esa victoria hizo que to-dos se preguntaran quién era ese mexicano y por qué no tenía equipo. Unos meses después firmaría con el prestigiado UAE Team Emirates, donde la estrella es Pogacar.

Joxean Fernández, Matxin, director deportivo de Team Emirates y descubridor de Pogacar, también es el responsable de que Del To-ro esté en esta gran vuelta. Contó a La Jornada que lo conoció por re-des sociales y empezó a seguir la trayectoria amateur del tricolor.

“Le daba consejos, charlábamos, lo seguí, pero después de ganar el Tour del Porvenir cambió su estatus deportivo y terminamos fichándolo”, cuenta Matxin.

“Le dije que ya estaba listo para un equipo grande y dar el paso directamente a un world tour. Por nuestra comunicación teníamos un camino más avanzado, había confianza mutua y gracias a que nos conocíamos de tiempo atrás, pues el paso a Emirates fue natural.”

Matxin anticipó que 2024 será el gran año para el pedalista mexicano y aquí está en una carrera grande para darse a conocer. Durante tres semanas intentará dar su mejor actuación en la Vuelta, que arrancó en Lisboa y finalizará el 8 de septiembre en Madrid.