Lunes 19 de agosto de 2024, p. 8
La confrontación entre la esperanza y la desolación están encarnadas en los cuerpos de Blanco y Negro, personajes de El último tren, que develan sus visiones y perspectivas sobre la vida y la muerte.
La obra del estadunidense Cormac McCarthy, dirigida por Luis Ángel Gómez Pérez, con actuaciones de Rodolfo Guerrero y Rodrigo Vázquez, comenzó temporada en el teatro El Milagro. Aborda el tema del suicidio, problemática de salud, sobre la cual la producción considera indispensable hacerla visible
mediante aspectos tanto luminosos como oscuros.
Conocido por el título original The Sunset Limited, el montaje presenta una demoledora confrontación de ideas detonada después de que Blanco intenta arrojarse al primer Metro del día y Negro se lo impide; luego de su intento frustrado de suicidio, el otro hombre lo rescata, lo lleva a su casa y a lo largo de la obra intentará convencerlo de que la vida tiene un propósito
, explicó Gómez Pérez.
McCarthy, agregó el director, desarrolla un crudo enfrentamiento que plantea al espectador la pregunta de qué es lo que da sentido a nuestra vida y si tenemos derecho a decidir sobre nuestra muerte. ¿Hay una verdad única? Se busca que el público se sitúe en un espectro de grises, entre Blanco y Negro, y empatice con las posturas de cada personaje
.
Detalló: Tenemos a un hombre que ha perdido el deseo de vivir, quien tiene sus razones para demostrar que la humanidad es una espiral de dolor y violencia; que la única manera de terminar con eso que lo consterna es a través de la muerte, según su punto de vista. Pero al lado está el otro individuo que aboga por ideas contrarias, que oscilan en su perspectiva de que existe la bondad y un camino al que se puede regresar. Cada uno tiene su verdad
.
El personaje Blanco, describió, es un profesor de amplia cultura, educación y de solvencia económica, pero es un individuo enigmático, pues tampoco se abre a decir qué lo motiva a la idea de suicidarse. No es una sola cosa, sino un conjunto de malestares, sinsabores, dolores y decepciones las que lo orillan a quitarse la vida. Lucha por su derecho a morir; nos enfrenta al dilema de hasta dónde es respetable aceptar esa intención de quitarse la vida
.
En el caso de Negro, “es un ex presidiario que ha vivido cosas complicadas; es un asesino que purgó su pena, que no tiene la cultura ni las posibilidades económicas del otro personaje, pero es hábil e inteligente en el uso de la palabra.
En su punto más bajo encontró a Dios como camino de redención y salvación, pero en el tema de la fe no es dogmático, ni evangelizador”.
El último tren, traducida y producida por Gerardo Capetillo Pasos y con diseños creativos de Brisa Alonso en vestuario, así como de Bryan Guerrero en escenografía e iluminación, ofrecerá funciones en el teatro El Milagro ubicado en Calle Milán 24, entre Lucerna y Gral Prim, colonia Juárez, hasta el 8 de septiembre, jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas.