Jueves 22 de agosto de 2024, p. 13
La Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (Femdo), obtuvo sentencia de 50 años de prisión en contra de 11 integrantes del cártel de Los Zetas relacionados con el homicidio de 122 migrantes en el municipio de San Fernando, Tamaulipas, en hechos ocurridos en 2010 y 2011.
El juzgado segundo de distrito de procesos penales federales dictó la sentencia condenatoria a los responsables de los delitos de homicidio calificado, cometido en agravio de 122 migrantes.
Entre los sentenciados se encuentran dos de quienes fueron jefes de plaza de Los Zetas y considerados altamente peligrosos: Salvador Alfonso Martínez Escobedo, quien se encargaba de las operaciones en Nuevo León y Coahuila, y Martín Omar estrada Luna, El Kilo, quien estaba a cargo de la plaza de San Fernando y se le considera uno de los autores materiales de la masacre.
De acuerdo con información del Poder Judicial de la Federación, el resto de los sentenciados fueron identificados como Luis Manuel Salazar Sánchez, El Gordo Flow; Sergio Córdova Martínez, El Diablo; Samuel Moreno Saavedra, El Chiquilín; Erick Rubén Zetina Hernández, El Guacho; José Mauro Oñate Rodríguez, El Vegueta; Jhonny Torres Andrade, El Sombra; Juan Pablo Cabrera Escalante, El Cacharpas; Víctor Cuitláhuac Montoya Torres, El Comandante Degollado, y Élfego Cruz Martínez.
Las 122 víctimas eran migrantes
Según los registros de la Fiscalía General de la República (FGR), el Ministerio Público Federal inició en abril de 2012 una indagatoria en contra de integrantes de un grupo delictivo por ser presuntos responsables del delito de homicidio calificado en agravio de 122 personas, ya que la autoridad identificó que fueron responsables de bajar de transportes de pasajeros en el municipio de San Fernando.
Posteriormente, los cuerpos de las víctimas fueron encontradas en diversas fosas clandestinas.
Las acusaciones en contra de este grupo de integrantes de Los Zetas, se realizaron en 2015 y 2017.
El juez de la causa decretó 50 años de prisión para cada uno de los inculpados.
Los integrantes de Los Zetas realizaron dos matanzas de migrantes, la primera de ellas en 2010, cuando se descubrió a 72 víctimas, y en 2011 se encontraron decenas de cuerpos sepultados en fosas clandestinas, hasta llegar a un total de 177, de los cuales 122 casos quedaron bajo investigación de la FGR.