La directora general de la Universidad de la Salud de la Ciudad de México, Lilia Monroy Ramírez, presentó su renuncia al cargo ante la situación extraordinaria y compleja que vive la institución, la cual lleva dos semanas en paro con la ocupación de las instalaciones por un pequeño grupo de estudiantes.

Esto aconteció después de que alumnos y docentes de la citada casa de estudios realizaran una manifestación frente a las oficinas de la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la capital, ubicadas en la colonia Florida, con el fin de exigir el cumplimiento de su pliego petitorio, que entre otros puntos incluía la destitución de la funcionaria.

Por medio de un comunicado, Monroy Ramírez informó que presentó su renuncia con carácter irrevocable a partir del 31 de agosto, al tiempo que acusó a los inconformes de crear un ambiente de hostilidad, lejos de buscar un diálogo que permita dar atención a los problemas de índole académico que han denunciado en los días recientes.

Aunado a eso, criticó que no se le permitiera participar en la mesa negociaciones abierta con autoridades del gobierno capitalino. Lejos de abonar al retorno de las actividades universitarias, en el transcurso de estos días se ha creado un entorno que no es propicio para la vida académica, expresó la funcionaria, quien advirtió que esto pone en riesgo los procesos para la formación de los estudiantes.

Además, en su manifestación, los estudiantes en paro demandaron mejoras en las instalaciones de la universidad, así como en su sistema de inscripción, aumento de la planta docente y cese al hostigamiento hacia ellos; con la renuncia se espera destrabar el conflicto y que los inconformes entreguen las instalaciones.

Los jóvenes señalaron que la institución no cuenta con aulas ni mobiliario suficiente, además de que la plantilla de profesores se encuentra incompleta, lo cual atribuyeron a una desviación de los recursos de la universidad por parte de los directivos.