Desencajados y con semblantes de decepción se retiraron ayer de Palacio Nacional los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 en Iguala, Guerrero, tras la que fue su última reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Fueron seis años de que nos dio una esperanza muy grande, muy bonita; sentimos que íbamos a llegar a la verdad y lamentablemente no fue así, declaró con evidente tristeza doña Joaquina García Velázquez, madre de Martín Getsemany Sánchez García, uno de los jóvenes desaparecidos.

La cuarta reunión del año duró alrededor de dos horas. Al salir, doña Joaquina externó que se llevó un sabor amargo tras el encuentro, en el que –comentó– lo único que querían saber era dónde están nuestros hijos, y no lo tuvimos.

Sin embargo, dijo tener la esperanza de que la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, dé continuidad al caso.

Los familiares de los estudiantes caminaron sobre la calle Moneda con las fotografías de sus hijos sujetas cerca del corazón, las mismas pancartas con las que han peregrinado desde hace casi una década en calles y plazas públicas en demanda de justicia y de la localización de los jóvenes, víctimas de desaparición forzada.

Don Clemente Rodríguez, padre de Christian Rodríguez, se fue de Palacio Nacional con la decepción en su rostro. Yo voté por él, pensando que viene de movimientos de lucha. Dije: éste es el bueno, y pues ahorita ya se va.

En la reunión de ayer, don Clemente externó esa frustración al mandatario, quien le respondió que está haciendo todo lo posible. Habló más de corrupción, de mafias en el poder y todo eso, defendiendo (al Ejército) a capa y espada.

En un par de palabras, Bernabé Abraham Gaspar, padre de Adán, describió la reunión: fue tensa. Esto debido al reclamo de las familias por no obtener respuestas sobre el paradero de los muchachos.

Los tres coincidieron en que esto no los detendrá y mantendrán una lucha, que se formó y se consolidó en las calles.

Las familias anunciaron una jornada de acciones con motivo del décimo aniversario de los crímenes ocurridos en la llamada Noche de Iguala. Con la mirada puesta en las movilizaciones, señalaron que estas serán claras, en un contexto pacífico, pero también con contundencia hasta alcanzar la verdad.