Tras la recaída en julio, la confianza de los consumidores mexicanos mejoró en agosto, alentada por la situación económica del país hoy día, comparada con la de hace 12 meses, y la esperada por los miembros del hogar dentro de un año, respecto a la actual, revelaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El sentimiento del mexicano, medido a través del Indicador de Confianza del Consumidor, se ubicó en 47.6 puntos en agosto, lo que representó un aumento de 0.5 unidades respecto al mes anterior, y se mantiene en niveles altos.

Cuatro de sus cinco componentes avanzaron, pues persevera el optimismo del sentimiento económico actual y para los próximos 12 meses, mientras el de la situación económica en el momento actual de los miembros del hogar comparada con la que tenían hace 12 meses, cayó 0.1 puntos.

Luego de que la confianza de los consumidores se estancó en abril y mayo, el Inegi estimó que repuntó en junio debido al aumento de tres de los cinco componentes principales y regresó a niveles de febrero de 2019.

Para agosto, la confianza aumentó nuevamente de la mano de la esperanza de una mejor situación económica en el hogar y en el país dentro de 12 meses y a la posibilidad en el momento actual de los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un año, para realizar compras de muebles, televisor, lavadora, otros aparatos electrodomésticos, etcétera.

Así, los datos que arrojó la encuesta a 2 mil 336 viviendas urbanas a nivel nacional, que elaboran en conjunto el Inegi y el Banco de México (BdeM), reflejaron que en el octavo mes del año, la confianza del consumidor en México se mantiene en niveles de optimismo, pero con cautela, al aumentar 0.8 puntos frente a agosto de 2023, pues muestra una ralentización en su comparación anual.

El optimismo se localizó en las expectativas económicas actuales del país, registrando su mejor desempeño en el curso del año, mientras la perspectiva económica hacia los próximos 12 meses avanzó y acumuló tres periodos por encima de 50 puntos. Adicionalmente, el consumo interno de los hogares también mostró mayor resiliencia, pues las familias subieron sus expectativas económicas, explicó Rosa Rubio, analista de Monex.

Añadió que las familias mantienen ciertas preocupaciones en el empleo y el ahorro ante la desaceleración observada en el crecimiento del segundo trimestre. No descarta que la confianza de los consumidores presente fluctuaciones debido a la depreciación del tipo de cambio.