En el amor, la edad no importa; puede ser un motor para plasmar grandes historias a través del tiempo, y la ópera da vida desde hace un par de siglos a ese sentimiento. Es el caso de Manon, obra en cinco actos y seis escenas con música de Jules Massenet y libreto en francés de Henri Meilhac y Philippe Gille, basado en la novela de Prévost, Historia del caballero Des Grieux y Manon Lescaut, que también inspiró la ópera homónima a Giacomo Puccini.

En el contexto de su quinto aniversario, México Ópera Studio estrenó ayer una nueva versión de Manon, la cual se presentará también hoy y mañana en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad, en Monterrey, Nuevo León. Con la dirección escénica de Rennier Piñero y Alejandro Miyaki, de director concertador, se trata de una propuesta llena de particularidades, con elementos que van de la ópera cómica a la interacción extrema y algunos diálogos en francés.

En entrevista, el director de escena compartió que en la pieza participan jóvenes cantantes que trabajan dentro del país y recurren a elementos de la ópera cómica porque les permite jugar con la interpretación hablada, el canto y el ballet, aunado a que la historia no sólo resuena en el público, sino también en los intérpretes.

Es una oportunidad de revisitarla en el contexto social actual, ya que Manon fue una figura muy adelantada a su época: una mujer que significó un canto a la vida, a la libertad y a la capacidad para encontrar su posición en el mundo y defenderla, afirmó Rennier.

Agregó que ha sido un gran reto mantenerse estos cinco años como centro de alto rendimiento para cantantes emergentes de ópera y pianistas repertoristas. Además, asumieron la responsabilidad de llevar a escena Manon como parte del aniversario. Tenemos un elenco de voces privilegiadas y, gracias a la unión de varios elementos, logramos producir la obra de cinco actos, cuya trama gira en torno a una mujer que desea encontrar su espacio en el mundo.

Para Alejandro Miyaki, Manon es una obra compleja “en todos los sentidos, desde el texto dramático en el que está basado el libreto hasta la exigencia vocal de los personajes principales. No en vano la llamaban en la época en que se estrenó, hace 140 años, la Isolda francesa, por la exigencia de cantar durante los cincos actos; igualmente, el papel del caballero es muy exigente, así que es una pieza muy compleja desde la producción hasta en lo musical”.

Rennier Piñero agregó: En el contexto social actual, esta obra sigue siendo relevante; nos permite reflexionar sobre temas atemporales, como la búsqueda de identidad y la lucha contra las restricciones sociales. Todos tuvimos 16 años, por lo cual es fácil identificarse con el personaje principal, ya que los cuestionamientos hacia las jerarquías siempre estarán presentes.

Sobre el montaje, el director indicó que la escenografía, diseñada por Arturo Nava, evoca un espacio que parece devorar a quienes lo habitan, reflejando así la decadencia y las limitaciones sociales presentes en la trama.

En la puesta destaca el trabajo del coro de 52 personas y una paleta de colores inspirada en la obra del pintor Édouard Manet.

Manon se presenta hoy a las 20 horas y mañana a las 18 horas en la Gran Sala del Teatro de la Ciudad, en Monterrey.