Los sistemas de almacenamiento de energía mediante baterías no sólo permitirán reducir la interrupción de la electricidad en el suministro, sino también serán benéficas para las comunidades rurales que no tienen acceso al servicio, de acuerdo con expertos.

En México las comunidades rurales y remotas tienen un limitado acceso a la electricidad, pues datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que aproximadamente 1.1 millones de personas en el país aún carecen de este servicio en su hogar, lo que representa alrededor de uno por ciento de la población total del país.

Los sistemas de almacenamiento de energía mitigan los efectos de la intermitencia al tiempo que permiten a las comunidades rurales aprovechar al máximo sus recursos renovables, señaló Enrique Chávez, director de Energía Crítica e Infraestructura Digital de Eaton México.

El 30 de septiembre, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) aprobó las disposiciones administrativas de carácter general para integrar sistemas de almacenamiento de electricidad para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), lo cual permite la modernización de la mayor red que suministra energía al país, pues a través de baterías se podrá almacenar la energía que producen las centrales generadoras de fuentes solar y eólica.

Manuel Ahumada, director de la firma del sector de generación distribuida Enlight, comentó que el almacenamiento de energía es un complemento perfecto, para la generación de energía distribuida, la proveniente de paneles solares instalados en casas y pequeñas empresas. Agregó que esto también da estabilidad a la red.

Chávez comentó que las regulaciones aprobadas por la CRE permitirán mayor estabilidad y autosuficiencia en áreas que históricamente han sufrido interrupciones en el suministro eléctrico.

En la sierra de Oaxaca, la península de Baja California o las montañas de Chiapas, el acceso a la electricidad ha sido limitado debido a la dificultad de conectar estas áreas a la red eléctrica nacional. De acuerdo con Eaton México, los elevados costos para instalar infraestructura, como torres de transmisión, cables de alta tensión y transformadores, han dificultado la expansión de la red tradicional en estos territorios.

Debido a ello, las comunidades que no tienen acceso a la red eléctrica dependen en gran medida de generadores de diésel, fuente de energía que no sólo es costosa, sino también altamente contaminante.

De acuerdo con Eaton, las energías renovables, en particular las energías solar y eólica, son alternativas viables para abordar los problemas de electrificación en las comunidades rurales y remotas de México.

No obstante, uno de los mayores retos para el desarrollo de las energías renovables ha sido la intermitencia en su producción y la variabilidad en su generación, problema que comenzaría a solucionarse una vez que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) emita la regulación secundaria para que se ponga en práctica la regulación, lo cual debe ocurrir antes de junio de 2025.

Por su parte Ahumada, comentó que si bien aún no se conocen la reglamentación secundaria, la posibilidad de que los sistemas de almacenamiento no deban inyectar electricidad al SEN va a facilitar las cosas para el abastecimiento aislado para varios sectores.