Viernes 21 de febrero de 2025, p. 19
El Vaticano., El estado de salud del papa Francisco presenta “ligera mejoría“, anunció ayer la Santa Sede, al concluir el séptimo día de hospitalización del jesuita argentino de 88 años, que sufre una neumonía en ambos pulmones.
El estado clínico del santo padre presenta una ligera mejoría. Está apirético (sin fiebre) y sus parámetros hemodinámicos permanecen estables
, anunció el Vaticano en un boletín nocturno.
La oficina de la jerarquía católica había indicado previamente que el Papa argentino se había levantado y había intentado trabajar. Es una señal de que va por buen camino
, indicaron los cardenales.
El Vaticano detalló que Francisco recibió la eucaristía en la mañana y se dedicó después a sus actividades profesionales
que, según una fuente incluyen contactar con sus colaboradores más cercanos, leer, firmar documentos y realizar llamadas telefónicas.
Francisco fue ingresado el viernes pasado en el hospital Gemelli de Roma con un cuadro clínico de bronquitis. La sede católica anunció el martes que padecía una neumonía bilateral –infección del tejido pulmonar, potencialmente mortal–, y ello reavivó la preocupación por la salud del líder de la Iglesia católica. Este diagnóstico es complicado, ya que al jesuita argentino le extirparon el lóbulo pulmonar derecho cuando era joven.
Una fuente del Vaticano indicó el miércoles que el pontífice ya tenía fuerzas para levantarse y estar en un sillón. Se confirmó que respira sin asistencia mecánica, pero no se descarta que la utilice por momentos.
Una multitud reza
Frente al hospital Gemelli, multitud de fieles se acercaron para encender velas en señal de apoyo y la Iglesia invitó a todos los católicos del mundo a orar por la salud del argentino.
La hospitalización de Francisco, la cuarta en menos de cuatro años, ha relanzado el debate sobre su salud, especialmente porque su ingreso llega al inicio del año jubilar de la Iglesia católica, cargado de eventos, muchos de ellos presididos por el pontífice.
Antes de su ingreso el viernes, fue captado en varias de sus apariciones públicas con el rostro hinchado, la voz entrecortada y había delegado en sus asistentes más de una vez la lectura de sus discursos.