Domingo 9 de marzo de 2025, p. 5
La infancia maltratada es el eje sobre el que gira los nueve cuentos de Los inocentes (Ediciones Era), libro de Hiram Ruvalcaba (Ciudad Guzmán, Jalisco, 1988), asunto que le ha preocupado a lo largo de su vida.
La violencia contra los niños es un tema relevante en todos los momentos históricos, aunque sobre todo en esta época en la que hay tanta prostitución infantil y abandono
, dice en entrevista con La Jornada.
De acuerdo con información de la agencia de Naciones Unidas que se encarga de promover los derechos de los niños, niñas y adolescentes (Unicef), que consultó Ruvalcaba, el concepto infancias
puede abarcar hasta la adolescencia, ya que los procesos de maduración y biológicos siguen estando en esta transición en la edad adulta, aunque la mayoría de los niños de sus cuentos tienen entre 10 y 14 años.
El título del libro hace referencia no sólo a los pequeños que aparecen, sino también a ciertos personajes de los cuentos que tratan de expiar culpas o de manejar escenarios incómodos, desagradables o, de plano, devastadores para ellos.
Los inocentes es un libro cargado de emociones que para el escritor son el aspecto más importante de una historia: “Siempre he creído que somos seres emocionales, más que intelectuales. Bueno, el raciocinio es importante; sin embargo, en situaciones urgentes de la vida es la parte ventral que hay que tener más capacitada para tomar buenas decisiones. Entonces, todos estos personajes se enfrentan a situaciones complejas, complicadas, que los van a transformar, que les van a demandar una reacción rápida.
“Dentro de estos procesos ocurren emociones como la tristeza, la felicidad, el desamparo, aunque para mí, la emoción humana más importante es la angustia, como motor de cambio, de transformación. La angustia manejada no sólo desde el punto de vista emocional, sino desde lo filosófico, me parece un concepto importante.
Entiendo que para muchos lectores mi obra en general es un poco sofocante en algunos momentos. A veces nos acercamos a los libros para buscar un solaz. Hago esto a propósito, porque, de verdad, me parece que hay muchos temas en la sociedad contemporánea en nuestro país que tienen que tratarse con mayor atención. La violencia hacia la infancia es profundamente preocupante. Entonces, de qué manera llevo el foco de atención a estos temas para que las personas reaccionen emocionalmente ante ellos.

Somos un país de padres abandonadores
−¿Siente que el maltrato infantil no recibe suficiente atención en México ante, por ejemplo, el feminicidio y el maltrato hacia el adulto mayor?
−Tanto el feminicidio como el maltrato del adulto mayor e infantil no reciben tantísima atención porque siguen ocurriendo. Una cosa es la atención mediática. Si de verdad la sociedad actuara o pusiera atención en los temas que lo merecen, no tendríamos siete u ocho feminicidios todos los días.
En el caso de la violencia contra los niños, no vemos casos tan frecuentemente en los medios y no creo que sea porque no existan. Hay muchas formas de violencia que son pequeñas, aunque esenciales. Tengo seis o siete años con la cantaleta de que somos un país de padres abandonadores. Las estadísticas allí están. La mitad de los hogares carecen de una figura paterna por diversas razones, o simplemente nunca reconocen a sus hijos. Esta es una violencia cuyos límites no alcanzamos a percibir. ¿Hasta dónde podemos decir que el que un niño crezca sabiendo que su padre no quiso reconocerlo tendrá afectación en su vida?
Los inocentes está escrito con un estilo particular, añade el autor, “hay retos estéticos. El cuento ‘Finales felices’, desde el punto de vista técnico, era una experimentación con el modo imperativo. Nunca he escrito un cuento en imperativo. Sé que no hay tantas obras en imperativo. Hablo sobre el tema de la paternidad, la inocencia, pero usando ese discurso verbal, y me gustó.
“Alguno de estos cuentos surgieron de notas periodísticas, crónicas que leí, reportajes o películas. De repente algunos cuentos me caen por una imagen. En el caso del relato ‘Los inocentes’, un día estaba chambeando y me cayó la imagen de una chica pariendo en la basura. Dije, qué pasa con esto, a ver adónde me lleva. Fueron 37 páginas de rocanrol, así que me trasladó a un lugar deseado, que fue la exploración de un suceso impactante dentro de la cotidianidad.”
Los inocentes se presenta hoy a las 14 horas en la Feria Internacional del Libro en Coyoacán (Jardín Hidalgo, Centro de Coyoacán).