Martes 11 de marzo de 2025, p. 22
Damasco. Las autoridades sirias anunciaron ayer que la operación militar contra milicias leales al depuesto presidente Bashar al Assad terminó “con éxito” en el oeste del país, donde enfrentamientos y ejecuciones masivas dejaron cerca de mil 500 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En ese contexto, el presidente de transición sirio y antiguo líder de Al Qaeda, Ahmed Shara, firmó un acuerdo con el comandante jefe de las Fuerzas Democráticas Siria (FDS), Mazlum Abdi, para integrar a las instituciones autónomas kurdo-árabes del noreste del país.
El acuerdo, que reconoce que la comunidad kurda es parte integrante del Estado sirio y garantiza sus derechos constitucionales, supone la incorporación de las instituciones civiles y militares kurdas en la administración siria, incluyendo los cruces fronterizos, el aeropuerto, así como los campos petrolíferos y gaseros.
Las FDS controlan, con apoyo de Estados Unidos, a casi 25 por ciento de Siria, particularmente en las provincias nororientales de Hasakeh, Raqa y Deir Ezzor.
Mientras, el portavoz del ministerio de Defensa, Hasan Abdel Ghani, anunció que “el fin de la operación militar tras el éxito de nuestras fuerzas es alcanzar todos los objetivos fijados”.
Sharaa reiteró que no permitirá a los seguidores del derrocado presidente, respaldados, según él, por “partes externas”, que “arrastren al país” a otra “guerra civil”.
Prácticamente los mil 68 civiles fallecidos, en gran parte de la minoría alauita, a la que pertenece Al Assad, fueron víctimas de ejecuciones sumarias perpetradas por las fuerzas de seguridad o aliados, indicó el OSDH, con sede en Londres.
La ola de violencia empezó en el oeste con un ataque de los partidarios de Al Assad contra las fuerzas de seguridad en la ciudad de Jableh, en la gobernación de Latakia.
Según testigos, yihadistas extranjeros formaban parte de los combatientes que atacaban a los civiles.
Pide China proteger a civiles
China pidió el “fin inmediato” de las hostilidades en el oeste de Siria y reclamó “proteger” a los civiles. Mientras, Irán aseveró que “nada justifica” la violencia contra las minorías en Siria, incluida la alauita, y negó toda implicación iraní en estos hechos.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, expresó alarma por la escalada en la nación árabe y específicamente se refirió a “ejecuciones sumarias generalizadas” de “familias enteras”, e instó a “parar inmediatamente la masacre”.
Guterres y su enviado especial para Siria, Geir Pedersen, comparecieron ante el Consejo de Seguridad de la ONU en una sesión a puerta cerrada sobre los últimos acontecimientos en Siria y dijeron estar listos para apoyar un proceso de transición política “de propiedad y liderazgo sirios” que siga el consenso internacional.
Al cierre de esta edición, aviones israelíes bombardearon 17 instalaciones militares del antiguo ejército sirio en el norte de la provincia de Deraa, indicó el OSDH. Atacaron el antiguo cuartel del 89 Regimiento de Artillería, varias plataformas de observación y carros de combate y el cuartel de la 12 Brigada cerca de Yabab sin que haya daños materiales.