Sociedad y Justicia
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En marcha, ley secundaria

Negocio de vapeadores, creciente, pese a prohibición constitucional
 
Periódico La Jornada
Lunes 17 de marzo de 2025, p. 31

A pesar de que en México está prohibida la comercialización de los cigarros electrónicos y de los vapeadores, algunos se venden de manera informal en tianguis, mercados callejeros o redes sociales.

Los precios van de 40 a 500 pesos, pero no sólo eso. En las redes sociales, algunos generadores de contenido conocidos como influencers también los promocionan, sin importar que la Secretaría de Salud haya emitido advertencias sobre los riesgos de usar estos productos.

Durante un recorrido por comercios del Centro Histórico y mercados sobre ruedas del Oriente de la Ciudad de México, se observó que varios sitios venden vapeadores en sus diferentes tipos de presentación, pues hay desde paquetes para principiantes hasta dispositivos más complejos.

Los vapeadores son aparatos electrónicos para absorber vapor en lugar de humo de tabaco. Los principales consumidores son jóvenes y fumadores que buscan alternativas al tabaco. Funcionan calentando un líquido –generalmente una mezcla de propilenglicol y glicerina– que puede contener nicotina y sabores. El vapor se inhala a través de la boca y se exhala por la nariz y la boca.

Los puestos ambulantes llaman la atención debido a la diversidad de colores de los empaques y a la variedad de sabores atractivos que se venden, como piña, mango, papaya, sandía, fresa, manzana verde, melocotón y mora; también hay mentolados, tabaquiles, dulces o con sabor de bebidas y refrescos.

El tianguis de Santa Cruz Meyehualco es uno de lo más grandes de Iztapalapa, con más de 5 mil comerciantes. En esta zona hay vaporizadores que contienen nicotina y cuestan entre 100 y 200 pesos, dependiendo la marca.

En redes sociales, como X, Facebook, TikTok e Instagram, hay grupos para comprar, vender o cambiar aparatos o cartuchos de vapeo, líquidos y artículos en general que se entregan a domicilio. Incluso, algunos influencers los promueven entre sus seguidores.

Pero la venta informal no queda ahí. Los repartidores cambiaron su manera de operar, ya que otro modo de expender vapeadores o cigarros electrónicos es a través de llamadas telefónicas o mensajería por WhatsApp.

En algunas facultades de la UNAM los autonombrados vendedores smoke dealers pegaron anuncios en pasillos y baños públicos con su número de contacto.

En enero pasado entró en vigor el decreto oficial a partir del que se establecen sanciones a toda actividad relacionada con los cigarros electrónicos, vapeadores y demás sistemas análogos, así como a la producción, distribución y enajenación de sustancias tóxicas, precursores químicos, uso ilícito de fentanilo y otras drogas sintéticas no autorizadas.

Evidencia de daños

De acuerdo con los cambios a los artículos 4 y 5 de la Constitución, se castigará toda actividad relacionada con cigarrillos electrónicos, vapeadores y sistemas o dispositivos análogos marcados por la ley.

Debido a que varias empresas continúan comerciando estos productos prohibidos, la semana pasada la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que en breve estará lista la ley secundaria para determinar la sanciones a quienes no respeten la norma y sigan expendiéndolos.

En agosto del año pasado, la revista científica International Journal of Environmental Research and Public Health publicó los resultados de un análisis elaborado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a los componentes químicos de los líquidos y aerosoles contenidos en los sistemas electrónicos de administración de nicotina (vapeadores), con el fin de cuantificar la presencia de benceno, tolueno y xilenos, sustancias que causan graves daños a la salud.

De acuerdo con los resultados, 80 por ciento de las muestras de aerosol analizadas superó los límites permisibles de benceno, compuesto cancerígeno que afecta la producción de células sanguíneas.

Asimismo, 45 por ciento excedió los niveles de tolueno, conocido por dañar el sistema nervioso central, mientras una muestra registró concentraciones elevadas de xilenos, que pueden causar problemas respiratorios y daños a los pulmones y el hígado.

Estos hallazgos sugieren que el uso de vapeadores puede plantear riesgos graves para la salud, lo que justifica mayor investigación y supervisión regulatoria.