El caso Izaguirre: mentiras impunes
l próximo miércoles, según anunció ayer la presidenta Sheinbaum, el fiscal Gertz habrá de informarnos sobre la verdad que entraña el rancho Izaguirre, en Jalisco, dueño de los rumores más atroces, difundidos, al parecer, sin mayores pruebas, pero cargados, al parecer, de invenciones.
Más allá de lo que nos pueda decir la fiscalía y de las medidas que anunció la Presidenta, como equiparar para su castigo la desaparición y el secuestro, habrá que llamar la atención en algo que es verdaderamente preocupante: la difusión de la falacia comprobada.
Muchas veces la mentira parece no causar daño, nace y muere en un instante, no hay quien le dé crédito, por ejemplo, pero hay otras que se difunden profusamente aunque no tengan soportes de certeza, ninguna prueba que las apoye y, sin embargo, viajan impunes como verdades probadas para causar algún daño bien definido.
¿A quién le conviene la leyenda del rancho Izaguirre? ¿A quién le conviene advertir con la verdad
del rancho que el gobierno de México es un gobierno débil al que se le tiene que ayudar? ¿Quién ha perdido privilegios en los asuntos del narco con la llegada de la 4T?
Sí, usted le atinó. Ellos estaban en el país haciendo todo lo posible, y lo imposible, por mantener el cúmulo de dólares del presupuesto que les enviaban, y para eso podían secuestrar, surtir de armas y corromper autoridades, entre otras linduras, siempre bajo el manto de la impunidad que les brindaban ciertos acuerdos inconfesables con algunos miembros de la clase política mexicana.
Sí, sí, para ellos y para algunos mexicanos bien identificados hacer sentir que el gobierno de Sheinbaum es un gobierno débil es crucial, es el argumento con el que apoyan sus intenciones de intervención, con el que pretenden volver por sus fueros, por eso el infundio, por eso la mentira.
Pero lo peor es que ya se encontró la forma de crear confusión y caos, o cuando menos incertidumbre en la total impunidad bajo el amparo de la palabra mágica: libertad de expresión. Nada ni nadie que la contravenga, por eso desde ahí se pueden lanzar cualquier tipo de horrores que, a base de campañas incesantes, convenzan a muchos de que la mentira es la verdadera verdad.
No, que nadie se llame a confusión, no se trata de atacar la libertad de expresión, se trata de impedir la difusión de versiones dolosas, montadas en tiempos de amenaza. Hoy más que nunca se trata de entregar información cierta, comprobada, y no dichos de terceros que no tienen la intención de ser verdades.
Lo que diga Gertz será muy importante para todos, pero principalmente para una realidad que ha sido contaminada por relatos que pudieran ser falsos y muy mal intencionados.
De pasadita
Nos llegó la información, ojalá no sea cierta, de que es tanta la confusión de quienes están al mando de los canales de televisión pública, que en el canal Once se contrató al español Pablo Iglesias y a la periodista Inna Afinogenova para realizar un programa desde esa estación de tv.
Aunque de la periodista que trabajó como subdirectora de RT en español, un canal de noticias de propiedad rusa, no hay mucho que decir, más allá de la entrevista que tuvo con López Obrador, el caso de Iglesias es diferente.
Iglesias es un político español fundador del partido Podemos, quien ha sido diputado, vicepresidente segundo y ministro de derechos sociales del gobierno de España, metido en el periodismo que vendrá a colonizar a la izquierda mexicana, como dice el doctor Marcos Roitman. ¿Será?