Miércoles 19 de marzo de 2025, p. 15
Los ingresos petroleros enviados al Fondo de Estabilización de las Finanzas Públicas (FEIP) –el primer amortiguador de México en caso de recesión– vieron un aumento de más de 50 por ciento al arranque del año, en medio de un panorama de incertidumbre global, que por lo menos amenaza con estancar la economía en 2025.
A través del Fondo Mexicano del Petróleo (FMP), el principal mecanismo para compensar caídas en los ingresos públicos recibió en enero 6 mil 154.9 millones de pesos, producto de los ingresos petroleros del año pasado. De acuerdo con datos oficiales, la cifra en sí representa un aumento real de 51.6 por ciento respecto a lo reportado el mismo mes del año pasado.
Sin embargo, este nivel de capitalización está lejos de recuperar los registrados antes de 2021, como muestra enero de 2015, cuando se transfirieron al fondo de estabilización 16 mil 634 millones de pesos, lo que a su vez incide en qué tan rápido se volverán a tener recursos para mitigar los efectos de una recesión.
El FEIP es una reserva que sirve para compensar la caída de ingresos públicos y responder, aunque sea en cierta medida, a las necesidades de gasto presupuestadas a lo largo de un año, dentro de ellas los pagos de deuda. Este mecanismo busca estabilizar las finanzas públicas, sobre todo en periodos de crisis económicas.
En menos de dos meses de 2025, la incertidumbre asociada a los amagos intermitentes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre imponer aranceles a su principal socio comercial ha provocado que las expectativas de crecimiento de México hayan pasado de un escenario de estancamiento, a uno de recesión.
El segundo mandato de Donald Trump alcanza a las finanzas públicas con fondos de estabilización que apenas están en 39.41 por ciento de lo que había al cierre de 2018, antes de que la pandemia por coronavirus resultara en la mayor caída de la economía en nueve décadas.
Al cierre de 2024 había 97 mil 209.2 millones de pesos en el FEIP, un monto que en sí representa apenas 39.4 por ciento de los 246 mil 690.8 millones de pesos que había en 2018, y si se toma en cuenta la pérdida de poder adquisitivo del dinero al paso de esos seis años, representa sólo una cuarta parte.