Gran parte de personalidades del ambiente cinematográfico, de la política e incluso algunos servidores públicos se dieron cita para presenciar, en la Cineteca Nacional, el estreno de la película 1938: Cuando el petróleo fue nuestro, dirigida por Sergio Olhovich, basada en una investigación que realizó junto con Carlos Montemayor.

Olhovich dijo a La Jornada: “esta película ha sido largamente soñada y es una ejemplo de que se puede hacer buen cine con contenido político y social. 1938: Cuando el petróleo fue nuestro, es una epopeya maravillosa, es una gesta de soberanía. La personalidad honesta y humanista del presidente Lázaro Cárdenas también fue determinante”.

Mencionó además, al término de la proyección: “la he visto 30 veces y le sigo encontrando errores... Pero lo importante fue que por fin llegó a la pantalla grande. Tardó tanto porque en dos sexenios no hubo recursos hasta que llegó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien permitió rodar la cinta en Palacio Nacional.

A la pregunta de como había sentido la reacción del público, el director señaló: Creo que les gustó. Este proyecto cinematográfico tuvo que esperar 27 años para realizarlo y agradezco a Carlos Montemayor por haber colaborado.

Entre los invitados a la función de 1938: Cuando el petróleo fue nuestro, estuvo Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano quien a pregunta expresa de La Jornada, indicó: qué bueno que estos hechos y acontecimientos salen a la luz para que los conozca el público mexicano.

Agregó: todas las imágenes que aparecen en la película me despertaron muchas emociones, pero de cine no sé nada.

Al preguntarle a Cárdenas Solórzano sobre su percepción de la similitud que hay entre la situación que atravesaba México en 1938 y la que actualmente atraviesa, dijo: Eso te lo contesto otro día.

La presentación estuvo a cargo del también director, docente y productor Roberto Fiesco, quien además de presentar a la estrella de la noche, Sergio Olhovich, declaró: pensar que una película que se hizo en más de 20 años es enorme y más cuando sabemos que fue hecha por un hombre en contra de todo y contra todos.

Entre los asistentes se vio al caricaturista El Fisgón, el columnista de esta casa editorial Pedro Miguel, la directora del Imcine, Daniela Alatorre, el director de Tv UNAM, Iván Trujillo Bolio, Alejandro Encinas subsecretario de Gobierno capitalino, Martí Batres Guadarrama director del Issste, Manuel Bartlett y Pablo Gómez de la unidad de inteligencia financiera, entre otros muchos.

Por su parte, Cuauhtémoc Cárdenas Batel, quien acompañaba a su padre, señaló a La Jornada: siempre es importante que se aborden temas de la historia, no somos muy dados a contarla, así que es bueno que se revise. Siempre es muy emotivo ver reflejado cómo se representa a personajes buenos y a personas tan queridas para nosotros, para mi familia.

Diálogo del pasado con situaciones del presente

El documentalista y periodista independiente Témoris Grecko afirmó: estamos ante una gran película y producción que nos recuerda todo lo que hemos tenido que transitar estos años para poder llegar a un momento en que controlemos el futuro del país; todavía nos falta independizarnos de nuestro vecino del norte, pero bueno, en aquel momento se dio un enorme paso.

Sobre cómo se relacionan los hechos de la época abordados en la película con la situación actual del país, Témoris Grecko apuntó: bueno, pues López Obrador lo planteó al final de su gobierno, cuando se discutía la sucesión, decía que no se cometiera el error de colocar a un Ávila Camacho como su sucesor. Entonces también me parece que lo que estamos viendo es, sobre todo, en el reto que plantea Donald Trump, es que Claudia Sheinbaum es una inmensa sucesora y que está ganando un capital político propio que no se lo debe ya a Andrés Manuel como parecía antes, sino que ya ella está mostrando sus dotes de conducción y enfrentando de una forma ejemplar ante el mundo a un personaje tan difícil y tan bajo como es Trump.

▲ Proyección de la película de Sergio Olhovich 1938 Cuándo el petróleo era nuestro, en la Cineteca Nacional.Foto Germán Canseco

A su vez, Pablo Gómez citó: esta es una película histórica y sale en buen momento, nos evoca un pasaje crucial de la historia de México y creo que ese es el mérito principal. Olhovich se tardó 20 años en hacer esto.

Agregó que la cinta es un diálogo del pasado con situaciones del presente: el tema del ejercicio de la soberanía, de la Independencia del país, de la utilización de los recursos en beneficio de México, de un no alineamiento internacional.

Nacionalismo popular

El titular de Seduvi, Inti Muñoz, precisó: estamos muy contentos por el estreno de la película y además porque llega en un momento que es importante para las definiciones del país, es un gran trabajo de Sergio, que incluso puso en esto un empeño vital importante. Muy buenas actuaciones, un buen repaso a la historia del país.

Asimismo, Martí Batres señaló: “muy bien la película, porque la expropiación petrolera es una de las grandes gestas patrióticas, está en nuestro calendario patriótico porque está lleno de símbolos. Es, digamos, la materialización de una parte del ideario de la Revolución Mexicana que estaba latente pero no estaba concretado; estaba latente en la Constitución pero no estaba concretado en los hechos.

“Tiene paralelismos con nuestra situación actual, por ejemplo hoy (martes) la Presidenta firmó las reformas que se hicieron en materia de Empresas del Estado, recuperando Pemex y Comisión Federal de Electricidad como entidades del Estado, quitándoles esta característica que les había dado el gobierno neoliberal de Peña Nieto de entes productivos, que buscaba sólo hacerlos ver como cualquier empresa en el horizonte del mercado energético.

La cinta es emocionante también porque tenemos mucho cariño al presidente Lázaro Cárdenas, digamos que en esta perspectiva de nacionalismo popular pues obviamente recordamos siempre mucho a los presidentes Benito Juárez, Lázaro Cárdenas y ahora a López Obrador.

Finalmente, Roberto Fiesco, quien funge como productor de la cinta informó: “esta película es el sueño de Sergio. La verdad es un gran privilegio trabajar con él, pues pertenece a esa generación con la que como cinéfilo definieron, de alguna manera, mi vocación. Así que me siento muy contento de haber trabajado con él, al igual que cuando lo hice con Arturo Ripstein en su momento en la cinta Las razones del corazón, y con Jaime Humberto Hermosillo en un proyecto que lamentablemente nunca salió a la luz. Ahora, con Sergio, que pertenece a esa generación con la que me siento muy cercano y compartir con él, vivir el proceso juntos fue un verdadero placer”.

1938: Cuando el petróleo fue nuestro, llega hoy a 400 pantallas del país.