Domingo 23 de marzo de 2025, p. 9
“Varios de los extranjeros que sobrevivieron al incendio de la estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua, ocurrido hace dos años, aún padecen secuelas profundas que no sólo son emocionales, sino también físicas, entre ellas, daño neurológico y motriz. Dichas afectaciones les han impedido recuperar plenamente la vida y los sueños que tenían antes de la trágica noche del 27 de marzo de 2023.
Entre ellos están Enrique, con problemas de memoria; Eliseo, a quien le amputaron una mano, y Wilson, quien perdió la movilidad motriz, padece daño neuronal y en riñones y pulmones. En este último, su situación se agrava porque después de haber sido trasladado a El Paso, Texas, para una mejor atención, vive en un albergue y su familia no lo ha podido visitar, afirmó Fundación para la Justicia, que acompaña a algunas de las víctimas.
Marcos Zavala, abogado de la citada organización civil, indicó que a la fecha no hay sentencia contra los presuntos responsables de la conflagración que dejó 40 muertos y 27 heridos originarios de Venezuela, Honduras, Guatemala, El Salvador y Colombia. Además, hay dos acusados que se han fugado y todavía se tienen pendientes, como la efectiva reparación integral del daño, no sólo la compensación económica que se le ha entregado a las víctimas.
En el caso del comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, si bien se le otorgó la suspensión condicional del proceso en su contra por ejercicio ilícito del servicio público, debe cumplir una serie de requisitos, como una disculpa pública a todas las víctimas, aseveró.
En entrevista con La Jornada, Enrique, sobreviviente guatemalteco, compartió que a dos años del incendio en Ciudad Juárez todavía padece problemas de memoria. Estuve internado en un hospital, donde me intubaron y después de 25 días abrí los ojos, no hablé ni me moví. Me ha costado mucho recuperame; actualmente no puedo decir que me ha ido bien con la salud, sigo con temas muy delicados, me cuesta recordar
, expresó.
El joven de 26 años, quien vive en Estados Unidos junto con sus hijos y un hermano, luego de haber conseguido un permiso para ingresar a ese país por razones humanitarias, contó que logró sobrevivir a esa horrible
noche porque se refugió en el baño.
Cuenta que agentes del INM lo detuvieron mientras esperaba al raitero
o pollero para cruzar a Estados Unidos. En la estación, cuando ocurrió el incendio, yo estaba dormido porque estaba muy triste y preocupado. ¡Imagínate!, uno viene acá con deudas. Después empecé a escuchar gritos de los compañeros y la llama ya estaba muy encendida. No me quedaba de otra más que ir al baño y abrir el agua para que me protegiera un poquito
, narró.
Las secuelas, dijo, le han impedido tener una estabilidad laboral para mantenerse y, sobre todo, lograr el sueño que lo animó a dejar su país: prometí a mis padres comprarles una casa, porque en Guatemala no puedes por el sueldo que ganamos allá, es muy bajo
.
Señaló su familia también ha sufrido por el incendio, y en el caso de su madre, las enfermedades que ya padecía se agravaron: me siento muy triste por ella
.