Opinión
Ver día anteriorMiércoles 21 de mayo de 2025Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Isocronías

De mensajes naíf

S

e vende yelo frío, dicen a la izquierda letras de cal sobre el adobe en –ya hace bastante– calurosa carretera veracruzana. A menos de un kilómetro, ahora a la derecha: Aquí también.

Se vende pollo es una frase fácil, facilísima, pero se vende pollo recién matado requiere de cierto valor, arrojo o valentía. El segundo hemistiquio no suena, o no del todo, normal; lo suyo tiene, conlleva, de excesivo, de orgullo quizá vano, de sobradez (¿por qué no poner fresco?)…

¿Carencia de lenguaje que es preciso lenguaje? Es esta la manera en que mejor lo puedo decir, no otra, podría respondernos el autor, la autora, y –de hacerlo– tendría razón.

En Durango, hace tiempo también, un establecimiento, El Pollote. Y un par de agregados: sabrosote, grandotote. El edificio erguido, alto y plano, toda una instalación (Hollywood babea, se me ocurrió); los anteriores párrafos, por lo menos performances.

La literatura involuntaria, algo que desde siempre me llama la atención… Un amigo sin la primaria terminada (ya murió), al llegar, caminábamos, a su casa: Yo aquí me incrusto, mi Richard; y en otro momento, luego de por querer arreglar una falla eléctrica, caer de un poste y torcerse la espalda: Quedé como camarón.

De una chica regiomontana nada pobre y de más o menos 20 años –lo he contado antes, no se cuándo (de la anécdota hará también 20 años): No, güey, lo que me caga de él, güey, es que es bien pinche mal hablado, güey. Literatura, decíamos, involuntaria (y lo peor o lo mejor, no sólo involuntaria: inconsciente).

Desde cuándo que quiero hablar de la publicidad, ese modo de aprovechar recursos literarios para vender. En el caso de hoy nos ocuparon (publicidad naíf) los dos o tres primeros párrafos; en cuanto a la literatura involuntaria, los dos siguientes. En éste, párrafo sexto, traeremos a cuento un eslogan atribuido a Esther Zuno: Si la leche es poca, al niño le toca; otra vez dos hemistiquios, ahora cada uno de seis sílabas. Literatura ingenua si se quiere (¿cómo decir que no?), pero que transmite el mensaje (desde arriba, no nos engañemos, pero sí) limpiamente: si careces de recursos, no como nosotros, atiende a tu niño/niña antes que a los (tus, entre ellos tú) adultos. Y todos (esperamos continuar la semana próxima) tan contentos.