
Domingo 25 de mayo de 2025, p. 4
Ni la lluvia insistente ni los cortes de luz impidieron una velada en la que la música y la poesía se entrelazaron con inesperada delicadeza.
El miércoles pasado, el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart) fue escenario de una gala de poesía clásica a cargo de la China National Opera House.
Nueve voces –entre sopranos, tenores y barítonos–, acompañadas por la pianista Qiu Lanxi, ofrecieron un concierto que, pese a las fallas técnicas, conmovió al público y desató una oleada de aplausos como respuesta íntima al silencio que por momentos impuso la penumbra.
Desde las 19 horas, los cortes de energía complicaron el desarrollo del espectáculo. Las luces del escenario parpadeaban como faroles atrapados en la tormenta, y en ocasiones los cantantes tuvieron que imponerse al silencio abrupto y a la oscuridad súbita.
Sin embargo, los asistentes, en su mayoría personas mayores, entre ellas connacionales de los artistas y fieles seguidores del canto lírico, respondieron con paciencia y afecto, iluminando el auditorio con la tenue luz de sus celulares.
El repertorio navegó por las geografías interiores y naturales de la poesía milenaria china. Se interpretaron piezas como Galanteo de ave fénix macho a la hembra, de Sima Xiangru, donde el deseo se manifiesta a través de un laúd en lugar de palabras; Tórtolas que cantan (Guan ju), evocación de la doncella ideal, y Copla de los autóctonos de Yué, de tradición oral anterior a la dinastía Qin, que narra paseos fluviales.
En entrevista con La Jornada, la soprano Yao Hong, vicepresidenta del Teatro de Ópera de China, reflexionó sobre la emoción que las obras buscan transmitir: Aunque los poemas tienen siglos, la música que las acompaña fue compuesta recientemente. Es un diálogo entre tiempos, donde los sentimientos humanos viajan desde lo antiguo hasta nuestra sensibilidad moderna
.
Por su parte, su compañera You Hongfei reconoció que interpretar Fénix con adorno de horquilla, la conmueve especialmente. Es una historia de amor trágico. El amor es un tema eterno, y deseo que el público mexicano pueda apreciar su belleza y profundidad
.
El tenor Xu Sen habló sobre el rigor interpretativo de piezas como Las montañas majestuosas. Es indispensable visualizar al personaje y su entorno, y asumir el papel emocionalmente. Así se canta desde el corazón
.
Pese a los incidentes técnicos, los espectadores no perdieron detalle. En la oscuridad parcial, algunos grababan con sus teléfonos; otros se inclinaban para escuchar mejor las voces sin amplificación. Una señora de la tercera edad, visiblemente emocionada, murmuró: Esto es lo más cercano a una ceremonia de otra época
. Y no le faltaba razón: cada interpretación avanzaba como si las palabras de los antiguos poetas hubieran esperado siglos para ser escuchadas en ese lugar, en una lengua sin fronteras: la música.
La gala cerró con el tema coral ¿Cuándo terminará la primavera y el otoño?, pregunta que quedó flotando en el ambiente e invitó a la reflexión. Al concluir, los aplausos se prolongaron por varios minutos.
Para los artistas, la experiencia dejó también un aprendizaje. You Hongfei subrayó: Nos sorprende el interés que muestran los mexicanos por nuestra cultura. Esperamos que este sea sólo el comienzo para que más personas conozcan China y que más artistas mexicanos nos visiten
. La presentación fue posible gracias a la embajada de la República Popular China en México.