
Lunes 26 de mayo de 2025, p. a12
Isaac del Toro encara con solvencia los ataques de los más experimentados ciclistas. Un pedalista de grandes vueltas tiene que competir contra su propio cuerpo sometido al tormento de un territorio agreste, montañas inhóspitas y colinas que destrozarían las piernas de cualquier mortal. Pero estos competidores no parecen de este mundo.
En la etapa 15, aún sorprende al público que se pregunta de dónde ha salido este joven de 21 años que si no llevara la casaca rosa de líder en Giro de Italia parecería un colegial risueño que cumple puntual sus deberes.
Del Toro, nacido en Ensenada, Baja California, aguanta y le planta cara al colombiano Egan Bernal –-primer latinoamericano que ganó el Tour de Francia y una vez triunfador del Giro– o del ecuatoriano Richard Carapaz –vencedor del Giro en 2019–.
Y este joven da un paso más con la maglia rosa al término de esta etapa de montaña, animada por el calvario vivido por Primoz Roglic –ganador del Giro en 2023– y uno de los monstruos favoritos del ciclismo.
Este domingo el esloveno Rogliz se quedó atrás en la subida de Dori y los equipos del resto de favoritos se aliaron para rodar y ampliar la ventaja sobre el líder del Red Bull Bora.
Roglic cedió en la meta más de un minuto sobre los demás favoritos antes del día de descanso del lunes, previo a una tercera y última semana muy montañosa.
Del Toro pedalea estoico y sin achicarse ante el asedio de los rivales más peligrosos del ciclismo. En cada etapa, el mexicano es sorpresa y sensación, pero la batalla no termina, porque la tercera semana es de verdadero suplicio en pruebas de montaña. Aún le queda el tramo donde lo desafiarán verdaderos forajidos que quieren arrebatarle esa camisa rosa a un muchacho que les resulta insolente.
En mi posición me siento nervioso porque mis rivales son mis ídolos. Soy como un fanático
, señaló Del Toro. Pero ahora tengo que seguir los ataques. Sé que va a suceder ahora, y sólo espero. Seguir es una locura
.
La semana final agrupa las mayores escaladas de la carrera de este año antes de que el Giro termine en Roma el próximo domingo. Los puertos exigentes que si no existieran testigos, nadie daría crédito de que algunos temerarios son capaces de remontar esas colinas espeluznantes.
“Poco a poco. Quiero llevármela (la maglia rosa) a casa. Tenemos que jugar con las cartas que están ahí y veremos contra quién nos enfrentamos en la última semana. Pero seguro que demostré un poco que soy bastante bueno”, dijo Del Toro.
El mexicano neutralizó a sus oponentes tras ataques en las dos subidas de la etapa de ayer y mantuvo su ventaja de un minuto y 20 segundos sobre Simon Yates. No es fácil. Necesito estar ahí cuando alguien fuerte se va
, agregó.
El ciclista español Carlos Verona se metió en una escapada temprana y ganó la etapa por su cuenta, logrando la mayor victoria de su carrera.
La ruta de 219 kilómetros desde Fiume Veneto hasta Asiago incluyó una gran subida al Monte Grappa en el punto medio de la etapa.
Hubo más ataques en otra subida más corta hacia Dori, con una cima a 20 kilómetros de la meta, pero Del Toro, el primer ciclista mexicano en llevar la maglia rosa, encabezó también la reacción a todos esos embates. Fue un poco nervioso
, dijo el bajacaliforniano sobre su semana. Siempre quiero estar al frente por precaución
.
Este lunes los competidores tendrán su último día de descanso, después vendrá el tramo más cruento que definirá al vencedor del Giro.
Con información de Ap y Afp