
Jueves 29 de mayo de 2025, p. 12
El campamento irregular de personas migrantes del parque Guadalupe Victoria, que en su momento fue considerado el más grande de la Ciudad de México, fue desmantelado ayer, luego de que las autoridades capitalinas avisaron a los extranjeros –en su mayoría venezolanos– que ya no pueden quedarse en este lugar.
De acuerdo con los migrantes, desde el lunes pasado se les informó que tenían que desalojar los cuartos donde vivían, construidos con lonas y retazos de madera, y se les ofreció traslado al albergue Vasco de Quiroga, en Tepito.
Este campamento se levantó en 2023 en la Plaza de La Soledad, cercano al barrio de La Merced, alcaldía Venustiano Carranza, y llegó a tener una población de mil personas. De ahí que era el más grande de los cuatro que había en la ciudad.
Sin embargo, dado los diversos intentos de reubicación, al ser movido de la plaza al parque Guadalupe Victoria y viceversa, disminuyeron sus ocupantes. Según reportes del gobierno capitalino en los últimos días había 150 extranjeros, entre ellos 45 niñas y niños.
En estos años en el asentamiento se reportaron diversos incidentes de violencia. El pasado fin de semana, un grupo de vecinos de la zona se enfrentó con algunos migrantes, en un conflicto que empezó por un altercado entre adolescentes, que dejó al menos dos heridos.
Ayer, desde temprano, al campamento, ubicado a las afueras de la estación Candelaria del Metro, llegó personal de la Coordinación de Movilidad Humana del gobierno de la ciudad, de la alcaldía Venustiano Carranza, de limpieza y elementos policiacos.
Con mazos y martillos trabajadores de la demarcación desmontaron los cuartos ya desocupados.
El escombro fue levantado por trabajadores de limpieza, y luego retirado en camiones de basura. En las maniobras también se utilizó maquinaria.
Migrantes expresaron su tristeza y, a su vez, resignación por desalojar este espacio que en algunos casos han ocupado desde hace dos años porque esperaban solicitar asilo en Estados Unidos.
Pasan de la tristeza al baile
No obstante, por momentos el ambiente fue amenizado con música electrónica y reguetón que los mismos extranjeros hicieron sonar, logrando que algunos de ellos soltaran el estrés bailando.
Ese fue el caso de José, cubano quien dijo que hace dos años llegó al asentamiento. Al principio, lo hizo por esperar la cita CBP One y, después, con la intención de pedir refugio en México:
Todos estamos tristes. Uno viviendo en estos lugares se ahorra su lanilla, se puede hacer de sus cositas. Yo tengo una cocina porque vendía comida aquí, una moto y equipo electrodoméstico
, comentó.
En otros casos, los indocumentados mencionaron que regresarán hacia el sur del continente, ya sea para establecerse en Costa Rica o en Colombia, ante el cierre de la frontera con Estados Unidos por las recientes políticas migratorias del presidente Donald Trump.
Sin embargo, la mayoría de ellos decidió conseguir un lugar donde rentar, algunos por la zona de Tepito, 100 Metros y en Ecatepec, estado de México.