En medio de los bombardeos, desplazamientos, la lucha cotidiana por conseguir comida y procurar la sobrevivencia de sus familias, las mujeres y niñas gazatíes se enfrentan, además, a una emergencia silenciosa de higiene menstrual, con graves consecuencias para su salud, protección, dignidad y derechos humanos, de acuerdo con informes de agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En Gaza se necesitan 10.4 millones de compresas al mes pero, tres meses después del inicio del bloqueo total israelí a la ayuda humanitaria, las existencias de productos sanitarios y menstruales están casi agotadas, reportaron la oficina de coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y la agencia para la salud sexual y reproductiva (UNFPA), ambas instancias de Naciones Unidas.

No se trata sólo de una escasez de suministros, sino de una verdadera crisis de salud, dignidad y protección, deplora la OCHA.

Una higiene menstrual deficiente en situaciones de emergencia aumenta el riesgo de infecciones y complicaciones ginecológicas a largo plazo. También podría “aumentar la exposición a la violencia de género, el acoso y explotación.

Las restricciones de movimiento y acceso a servicios esenciales para mujeres y niñas aumentan su aislamiento y vulnerabilidad.

En los refugios superpoblados, la población femenina carece de privacía para aseos seguros y acceso permanente al agua, lo que las obliga a adoptar estrategias de supervivencia que comprometen tanto su seguridad como su dignidad, señala el informe.

Riesgos de salud pública

La escasez de agua afecta a 90 por ciento de los hogares de Gaza y obliga a las familias a tomar decisiones imposibles entre beber, cocinar o lavarse.

Debido a la grave escasez, las mujeres y las adolescentes utilizan ropa vieja, telas rotas o esponjas en lugar de compresas. Sin agua limpia, no pueden lavar ni reutilizar los materiales de forma segura, lo que aumenta el riesgo de infección.

Algunas gazatíes afirman que se saltan comidas o reducen la ingesta de líquidos para requerir menos aseos insalubres. En los refugios superpoblados, la gestión de la menstruación se convierte en un riesgo en sí mismo.

Las niñas describen la menstruación como una fuente de vergüenza, pánico y aislamiento. Para muchas, es un momento de profunda ansiedad y angustia, sobre todo en las condiciones que conlleva el desplazamiento continuo, en el que la privacía es inexistente, expone la UNFPA.

Desde octubre de 2023 y hasta el inicio del bloqueo israelí, más de 300 mil mujeres y niñas recibieron paquetes de dignidad con toallas sanitarias desechables, jabón, ropa interior y toallas de baño, proporcionados por la ONU, pese a las graves limitaciones de acceso.

Montañas de basura anuncian alud insalubre

Esta emergencia tiene lugar en un momento en el cual la acumulación de residuos sólidos en la ciudad de Gaza alcanzó un nivel alarmante, con más de 250 mil de toneladas de basura acumulada que los servicios municipales no alcanzan a recoger debido a la grave escasez de combustible y de vehículos.

Este contexto ha creado las condiciones idóneas para la propagación de enfermedades, atrayendo a insectos y roedores que son una grave amenaza para la salud pública en el enclave palestino, advirtió la OCHA.