Jueves 26 de junio de 2025, p. 13
La violencia en el país, en los hogares y contra las mujeres está directamente relacionada con el consumo de bebidas alcohólicas, lo que representa un desafío por la normalización de su ingesta, incluso en menores de edad y por la alta disponibilidad en actividades deportivas, supermercados y tiendas de proximidad, advirtieron especialistas.
La Red de Acción sobre el Alcohol (RASA) presentó los resultados del estudio La relación del alcohol y la violencia en México. Iptsisam Nuyud Yassine, consultora en adicciones, subrayó que en 45 por ciento de homicidios dolosos perpetrados en 2023, el agresor estaba bajo los efectos del alcohol, y de acuerdo con el Instituto Nacional de Ciencias Penales, en los estados con mayor consumo de alcohol per cápita hay 30 por ciento más homicidios.
Refirió otras investigaciones, según las cuales 60 por ciento de quienes mueren por peleas callejeras habían ingerido alcohol, mientras 25 por ciento de los feminicidios son cometidos por individuos embriagados.
Además, el consumo nocivo se ha extendido entre las adolescentes, quienes, según estadísticas oficiales, reportan beber a la par que los hombres, sin saber que tienen mayor riesgo de desarrollar dependencia. En los varones pueden pasar hasta 10 años para que esto ocurra y para las mujeres, entre cuatro y ocho años.
Falta ahondar en el problema
Todo esto contribuye a la generación de violencia en el país, lo que podría revertirse con leyes y reglamentos para el control del alcohol, señaló Alonso Robledo, integrante de RASA, quien subrayó que el aumento en los impuestos es la medida más efectiva. Profesionales adscritos a servicios de salud mental identificaron que la mayoría de mujeres que piden ayuda han sido víctimas de violencia sicológica, emocional, física, sexual, económica y de intentos de feminicidio.
El alcohol es feminicida
, afirmó el sicólogo Édgar Angulo Rosas. El consumo de bebidas embriagantes forma parte de la violencia estructural, y tradicionalmente se ha asociado con el machismo, pero poco se habla sobre si un hombre está alcoholizado cuando agrede a su pareja.
Coinciden en que el consumo de alcohol y la violencia de género están estrechamente ligados. Entre los factores que inciden está la disponibilidad de bebidas, la alta publicidad y promoción de éstas, lo que se traduce en un riesgo 1.3 y 1.9 veces mayor de ingesta excesiva mensual y semanal, respectivamente.