
Sábado 28 de junio de 2025, p. 20
Teherán. El presidente estadunidense, Donald Trump, se negó a de levantar las sanciones contra Irán y afirmó que consideraría bombardear de nuevo a la república islámica si continúa con el enriquecimiento de uranio a niveles “preocupantes”, luego de calificar de una “declaración de ira y odio” las palabras del ayatollah Ali Jamenei, quien proclamó la victoria de la nación persa ante los ataques de Israel y Estados Unidos.
“Estuve trabajando en la posible eliminación de las sanciones, lo que habría dado a Irán una recuperación rápida. Pero, en lugar de eso, lanzaron una declaración de odio y repugnancia, e inmediatamente abandoné todo”, escribió el magnate en su red Truth Social.
Trump describió a la república islámica como un país destruido, sin futuro y con un ejército diezmado, pidió a sus líderes “volver al orden mundial” o enfrentar peores consecuencias; asimismo, aseguró que salvó a Jamenei de una “muerte horrible”, ya que sabía dónde se refugiaba, pero no permitió que Israel ni las fuerzas armadas estadunidenses le quitaran la vida. “Lo salvé y no tiene por qué agradecerme”, subrayó.
El mandatario estadunidense añadió que Irán busca reanudar negociaciones, pero condicionó cualquier diálogo a permitir inspecciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a sus instalaciones, lo que Teherán rechazó tras señalar que la petición formal presentada por Rafael Grossi, jefe del organismo, tiene “malas intenciones”, al tiempo que lo acusó de facilitar los ataques en su territorio.
La víspera, Jamenei proclamó la victoria de su país sobre Israel y amenazó con atacar “centros importantes” de Washington en Medio Oriente en caso de una nueva ofensiva, a la vez que calificó los ataques iraníes contra la base estadunidense Al-Udeid, en Qatar, de un “duro golpe”.
El canciller iraní, Abás Araqchi, calificó de “inaceptables” las declaraciones de Trump. “Demostramos ante el mundo que el régimen israelí “no tenía otra opción que acudir a ‘papá’”, indicó el funcionario en referencia a Estados Unidos, “para evitar ser aplastado”.
Mientras tanto, Al Jazeera reportó que tras el débil alto el fuego, las autopistas que conducen a Teherán se llenaron nuevamente de familias con maletas y la esperanza de que el hogar sea seguro, tras 12 días de guerra que dejaron más de 600 muertos y cientos de miles de desplazados.