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Desde otras ciudades

Kyoto, Japón, la centenaria tradición de las Geishas

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▲ Una joven Maiko –Geisha en formación– realizando una danza para un grupo de turistas en Kyoto.Foto Alia Lira Hartmann
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yoto es una de las ciudades más visitadas en un viaje a Japón, antigua capital del país, hoy en dia la capital de la prefectura o territorio administrativo de Honschu y cuenta con una población aproximada de un millón 500 mil habitantes.

El distrito de Gion en Kyoto es conocido por las escuelas en que se forman las Geishas, esa emblemática figura femenina japonesa muchas veces mal interpretada en occidente como trabajadoras sexuales.

Muchas de ellas trabajan en casas de té o son contratadas por clientes privados como empresarios, políticos o artistas como un refinado aspecto de entretenimiento durante una cena o encuentros de altas esferas de la sociedad.

También son contratadas por instituciones gubernamentales para presentarse cuando hay alguna visita oficial de alto rango o para participar en festivales locales. Durante la velada, la Geisha establece conversaciones usando un vocabulario refinado, sirven el té o el Sake, bebida alcohólica de arroz tradicional japonesa. También practican con los asistentes algunos juegos tradicionales.

Si acaso lo más atractivo durante la velada son los bailes o cantos que realizan. El baile de una Geisha tiene como característica lentos movimientos impregnados de una gracia que invita a la contemplación. El abanico es un elemento fundamental en sus danzas.

A pesar de ser vistas a menudo como una reliquia del pasado, las Geishas continúan desempeñando un papel importante dentro del patrimonio cultural japonés. La tradición de las escuelas para Geishas en Japón es una parte fundamental del complejo y refinado mundo del arte tradicional japonés. Estas escuelas, conocidas como okiya y kenban, son esenciales para su formación.

Aunque su número ha disminuido considerablemente en comparación con épocas pasadas, existen todavía jóvenes que deciden llevar a cabo un carrera como Geisha. La vida cotidiana cuya denominación en Kyoto es Geiko, es muy exigente, estructurada y muy diferente de la vida moderna común; son pocas las jóvenes que optan por ese camino el cual conlleva separarse de la familia siendo ya muy jóvenes. La preparación suele iniciarse alrededor de los 14 o 15 años.

Las jóvenes pueden visitar a su familia de cuando en cuando aunque esto tambien está reglamentado. Al terminar la formación, deben ser capaces de solventar su propia vivienda.

Una Maiko es la Geisha durante el tiempo de preparación. Este entrenamiento tiene una duración de alrededor de cinco años y tiene establecida una cotidianidad rigurosamente estructurada.

Aunque de hecho no les era permitido el uso de celular, hoy en día ha cambiado este aspecto pues las jóvenes precisan de las redes sociales para poder ser contratadas. Lamentablemente cada vez son menos jóvenes que deciden tomar este camino.

El peso histórico pudiera terminar siendo documentado sólo por la literatura o el cine. La figura de la Geisha surgió en el siglo XVII en el llamado periodo Edo. Los primeros Geishas eran hombres cuya función era entretener en banquetes.

Alia Lira Hartmann, corresponsal