Opinión
Ver día anteriorLunes 14 de julio de 2025Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
México SA

Ancira, impunidad garantizada // Liquidación multimillonaria // Migajas para los trabajadores

S

e trata de otro vergonzoso caso de impunidad, no sólo garantizada, sino generosamente pagada: Alonso Ancira Elizondo, ex presidente de Altos Hornos de México (uno de los magnates más corruptos del país, lo que ya es decir, y responsable de la bancarrota de ese consorcio otrora paraestatal, muestra de las exitosas privatizaciones salinistas), recibirá una jugosa liquidación de 305 millones de pesos ( La Jornada, Jared Laureles y Jessica Xantomila), mientras la plantilla de obreros (a quienes el empresario dejó de pagar sus salarios) recibirá, si bien le va, sólo 20 por ciento de lo que, por ley, le corresponde por más de tres décadas de trabajo. Todo por inspiración del síndico de la quiebra de tal corporativo, Víctor Manuel Aguilera Gómez.

Además, entre las jugosas liquidaciones aparecen su hermano Jorge Alberto Ancira Elizondo, con casi 274 millones de pesos, y Xavier Desiderio Autrey, vicepresidente del consejo directivo de AHMSA, con cerca de 324 millones. La familia de este último (especializada en la industria farmacéutica) fue una de las ganadoras en la reprivatización salinista de la banca: se quedó con Comermex, el cual poco después fue incorporado a Inverlat (de Agustín Legorreta), sólo para ser rescatado por el Fobaproa y extranjerizado a favor del canadiense Scotiabank.

¿Y cuál fue la gracia de Alonso Ancira Elizondo para obtener esa multimillonaria cantidad? Quebrar AHMSA, exprimirla, desguazarla, endeudarla a más no poder, violar permanentemente el contrato colectivo de trabajo, dejar en la calle a cerca de 20 mil obreros (la mayoría especializados), amén de no pagar al IMSS, al Infonavit y al SAT entre 3 mil y 5 mil millones de pesos en adeudos). Además, acusado de corrupción galopante, fraude fiscal, lavado de dinero, de huir a Israel –donde hizo más y más chanchullos–, regresar limpio a México, volver a huir –en esa ocasión a España, donde fue capturado y extraditado– por defraudar, una vez más, al Estado mexicano, sólo para poco después huir a Estados Unidos, donde permanece. Esas y muchas otras barbaridades ahora son premiadas por un síndico a modo, el mismo que crucifica a los trabajadores para beneficiar al magnate.

Ello, sin olvidar que la venta fraudulenta de otra de sus empresas (Agronitrogenados, en 2013, enjuague en el que participó otro impune, Emilio Lozoya Austin, director peñanietista de Pemex), misma que, ya en el sexenio de López Obrador, lo llevó al Reclusorio Norte, en donde permaneció dos meses preso. Su liberación fue consecuencia de un acuerdo reparatorio con la FGR, por medio del cual se comprometió (en 2021) a resarcir 216.6 millones de dólares al erario a cambio de su libertad, de los que apenas cubrió menos de la mitad y huyó a Estados Unidos (tiene doble nacionalidad), donde goza de libertad absoluta, para evitar regresar a prisión. También aparece involucrado en los sobornos del consorcio brasileño Odebrecht, asunto que, todo indica, ha quedado en el olvido de los impartidores de justicia.

Este hampón resultó ser otra de las joyas del empresariado nacional: beneficiario de las privatizaciones de Carlos Salinas de Gortari, quien lo presumió como ejemplo a seguir: en 1991, el entonces inquilino de Los Pinos le entregó Altos Hornos de México (más 11 empresas, también paraestatales, entre ellas seis mineras) por apenas 145 millones de dólares (si es que en realidad los pagó), cuando en los hechos el consorcio del Estado, por aquellos ayeres, tenía un valor real no menor a 4 mil millones de billetes verdes, amén de que el gobierno de la solidaridad asumió, íntegra, la deuda del corporativo para entregarlo saneado.

Como se ha comentado en este espacio, la FGR no hizo caso de la advertencia de tiempo atrás hecha pública por el líder del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, quien en su libro El colapso de la dignidad (coeditado por La Jornada) subraya: “Alonso Ancira es un oportunista que no tiene amistades ni lealtades, sólo intereses. Es profundamente narcisista; hombre robusto, enfrascado en una perpetua lucha por perder peso, que a medida que envejece se ha sometido a varias cirugías para verse más joven y delgado. A donde va, siempre está rodeado por asistentes muy atractivas, generalmente jóvenes de aproximadamente 20 años… Siempre está tratando de fingir como si fuera un conocedor o un experto en leyes, aunque lo único que consigue la mayor parte del tiempo es exponer su propia ignorancia y falta de conocimientos”.

Las rebanadas del pastel

Y a pesar de ese mafioso historial, ahora se embolsará 305 millones de pesos. Impúdico.

X: @cafevega