El Club madrileño trabaja en una programación especial de despedida hasta el mes de octubre // Participarán artistas que han sido parte esencial de su historia
Domingo 10 de agosto de 2025, p. 6
Madrid. En pleno centro de Madrid, a sólo unos metros de los templos del teatro clásico o de la Puerta del Sol, se encuentra un oasis de música en directo: el Café Central, inaugurado en el lejano 1982 con la vocación de convertirse en referencia internacional del jazz, el blues y el flamenco. Después de más de 14 mil conciertos, más de un millón de personas que fueron testigos de su magia y éxtasis, este mítico lugar cerrará sus puertas el próximo 12 de octubre, víctima de una de las grandes lacras que amenazan a las ciudades del planeta sometidas a la llegada masiva de turistas y a la especulación inmobiliaria sin freno: el dueño del local no les renovará el contrato porque prefiere destinarlo a fines económicamente más lucrativos. Y la ciudad está de luto, sobre todo entre los miles de melómanos que cada noche acudían a su pequeña sala.
Músicos internacionales
En la Plaza del Ángel, a sólo unos metros de la estatua con la que la ciudad de Madrid recuerda a la figura del poeta granadino Federico García Lorca, está la entrada al Café Central. Es discreta, con una marquesina sobria y sencilla, y suele colgar en la pared aledaña un cartel de mediano tamaño con el nombre de los artistas programados para esa semana. Y un póster a un lado con las actividades de todo el mes, en la que suele haber músicos españoles y de otros países, la mayoría de jazz, y que proceden de Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Brasil, Cuba o Estados Unidos.
Su escenario, que se asemeja a los clubes clásicos de Nueva Orleans en el que el música tiene un contacto cercanísimo coo los espectadores, han pasado figuras como Tete Montoliu y Pedro Iturralde, pilares del género en España, y artistas internacionales como George Adams, Lou Bennett, Benny Golson, Jeanne Lee, Ara Malikian, Paquito D’Rivera, Mark Turner, Kenny Barron, Sheila Jordan, Ron Carter, Brad Mehldau, Ben Sidran, Joshua Edelman y los músicos nacionales Javier Colina, Chano Domínguez, Javier Krahe, Jorge Pardo, Ignasi Terraza, Silvia Pérez Cruz, Andrea Motis o Lluís Coloma, entre otros.
Javier González, el programador del Café Central y representante de la sociedad que lo regenta, explicó que la decisión de cerrar el próximo 12 de octubre está forzada por la postura de los dueños del inmueble, que buscan sacar más dinero a costa del local sin tomar en cuenta su valor cultural, musical e histórico en la ciudad. “La decisión se produce tras la negativa de la propiedad del inmueble a renovar el contrato de alquiler. Y como Madrid no puede quedarse sin su Central, desde el café seguimos empeñados en encontrar un nuevo hogar. Por eso hacemos un llamamiento a propuestas del público y empresarios”, explicó González, quien reconoció que este cierre, en el caso de ser temporal, supondrá una suspensión de su programación y por tanto de sus míticos conciertos en directo.

Clausura inminente
González advirtió que “aunque se veía venir desde hace un tiempo, se ha producido de forma repentina en mitad del verano. El propietario ha decidido no seguir alquilándonos, para cerrar durante un año, y luego ver qué ofertas le llegan. Y a pesar de las múltiples ofertas presentadas por la dirección del Club, los propietarios nunca accedieron, durante los pasados siete años y tras múltiples intentos, a sentarse con representantes del Club para negociar un acuerdo o por lo menos para dar a conocer el precio por el cual lo alquilarían”.
De ahí que desde el Café Central asumieron ya el cierre como inminente y están trabajando en una programación especial de despedida hasta el mes de octubre, con actuaciones de artistas que han sido parte esencial de su historia, como forma de rendir homenaje a este espacio que ha dejado una honda huella en la ciudad, ya que en el Café Central, además de sus conciertos, era habitual la presentación de libros y discos, la grabación de películas y series y hasta la exposición de fotografías e ilustraciones, casi todas ellas relacionadas con el mundo de la música y del jazz.
El cierre del templo del jazz en Madrid también despertó el interés de los políticos locales, entre ellos de la vicealcaldesa de Madrid, la conservadora Inma Sanz, quien se limitó a expresar su “confianza en que las partes implicadas logren un acuerdo”. Más dura y contundente fue la izquierda, desde el principal partido de oposición en la ciudad, Más Madrid, que señaló directamente a la “especulación inmobiliaria sin freno que no sólo expulsa a los vecinos, sino también a la cultura”, además de calificar el cierre como “una tragedia”, que incluso dejará sin trabajo a 35 personas.