Denuncian que un grupo pretende frenarla, sin contar con aval de asamblea
Domingo 17 de agosto de 2025, p. 22
Hermosillo, Son., Habitantes de la comunidad indígena de Bayajorit se manifestaron en las oficinas del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) para exigir que continúe la construcción del camino artesanal que forma parte del Plan de Justicia para el Pueblo Yoreme Mayo.
Hombres y mujeres encabezados por Cesáreo Sombra, integrante del Comité Comunitario, denunciaron que desde hace tres meses un grupo reducido de personas tomaron el inmueble del INPI para frenar esa obra, sin contar con el aval de la asamblea.
“Venimos a desmentir lo que dicen de que no queremos el camino; eso es mentira”, expresó Sombra, quien destacó que el proyecto genera empleo y sustento a decenas de familias.
Los manifestantes señalaron que el paso de seis metros de ancho, con rodadas de concreto hidráulico y empedrado, es fundamental para garantizar la comunicación de Bayajorit, especialmente en temporada de lluvias, cuando las comunidades quedan aisladas.
Carmen Neyoy, una de las participantes en la marcha, indicó que detener la construcción sería un retroceso en su calidad de vida. El proyecto es una decisión colectiva y no responde a intereses individuales, expresó.
“Y si la mayoría estamos de acuerdo, ¿por qué solo unos pocos pretenden detenerla? Estamos agradecidos con el gobierno federal porque nos manda estas obras.”
La exigencia de Bayajorit se suma a la de otros pueblos yoreme mayos que reclaman la construcción de caminos, como el tramo de El Jupare a Etchojoa y el de Choropo a Huatabampo.
La gobernadora tradicional mayo, María del Rosario Avilés, mencionó que estos proyectos no sólo son de carácter funcional, sino también espiritual, ya que por esos senderos transitan las peregrinaciones religiosas de la Santísima Trinidad, parte central de la cosmovisión Yoreme Mayo.
“Nuestro llamado es a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, para que visite la comunidad y se atiendan las promesas del plan de justicia”, pidió.
La comunidad indígena Yoreme Mayo está formada por ocho pueblos asentados en el sur de Sonora, su población se distribuye principalmente en los municipios de Etchojoa, Huatabampo, Navojoa y Álamos, entre otros.
A lo largo de la historia han mantenido su lengua –cahita–, así como una organización política basada en gobernadores tradicionales que representan la voz comunitaria. Sin embargo, en los últimos años se han agudizado las divisiones internas, ya que además del gobierno supremo de los ocho pueblos se han formado consejos indígenas, lo que ha generado duplicidad de autoridades y tensiones en la toma de decisiones.
Estas fracturas han sido señaladas como uno de los principales obstáculos para avanzar en el Plan de Justicia Yoreme Mayo, impulsado por el gobierno federal desde 2021, que incluye infraestructura básica, vivienda, rescate cultural y acceso a tierras y agua.
De acuerdo con líderes comunitarios, el INPI ha promovido reuniones mensuales en la Ciudad de México, pero las comunidades afirman que los avances han sido mínimos frente a las necesidades urgentes.
Rosario Avilés enfatizó: “Queremos hechos, no promesas; tierras, agua, un distrito de riego. Los mayos estamos unidos y no vamos a dejar que las divisiones internas nos detengan”.
Los pueblos yoreme mayos señalan que el Plan de Justicia debe avanzar con base en la voluntad colectiva, sin divisiones ni imposiciones. “Que venga INPI a los ocho pueblos mayos, que se dé el plan con realidades, con hechos”, sostuvieron los dirigentes comunales.