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El sonido Fogerty
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de septiembre de 2025, p. a12

Celebramos los 60 años del surgimiento de uno de los grupos más influyentes en la cultura popular durante generaciones: The Golliwogs, formado por dos hermanos de apellido Fogerty, además de Stu Cook y Doug Clifford.

El nombre del grupo, Golliwogs, es un referente de la literatura infantil y de la resistencia civil. Golliwog es un personaje creado por la escritora británica Bertha Upton y su hija, la ilustradora Florence Upton, en 1895 y representa a un trovador negro.

Bertha Upton y su hija florence crearon toda una saga que comenzó con el libro titulado Las aventuras de dos muñecas holandesas y un golliwog, entre un total de 19 libros para niños.

Con el paso del tiempo, la palabra golliwog ha sido utilizada como una deformación racista pero también como un signo de resistencia del movimiento de la cultura negra.

The Golliwogs se llamaron antes The Blue Velvets, y luego adoptaron su nombre definitivo: Creedence Clearwater Revival. En tres años cambiaron el mundo.

La potencia de la guitarra y la voz de John Fogerty se convirtieron de inmediato en improntas.

A la fecha, lo que es conocido como “sonido Creedence” no es otra cosa que la guitarra y la voz de John Fogerty.

Entre 1967 y 1971 crearon un arsenal de canciones que siguen siendo emblema, bandera, seña de identidad de familias enteras. Vaya, incluso cuando John Fogerty dejó el grupo y comenzó una feroz batalla legal una vez que el productor de la disquera de los Creedence lo despojó de sus derechos de autor, los músicos que se quedaron siguieron dando conciertos y las masas acudieron ignorantes de que se les estaba dando gato por liebre.

John Fogerty cumplió 80 años el 28 de mayo pasado y su regalo de cumpleaños consistió en ganar por fin el pleito legal y recuperar los derechos de autor sobre sus obras, es decir, sobre los grandes éxitos de Creedence Clearwater Revival.

Entre las celebraciones figura la edición del nuevo disco de John Fogerty: Legacy: The Creedence Clearwater Revival Years (John’s version), cuyo título incluye un dejo de ironía: la frase entre paréntesis “John’s version” es una manera de reapropiación y el colofón de una batalla muy larga donde tuvo siempre el apoyo de los conocedores de música y de colegas como Bob Dylan, quien le aconsejó nunca dejar de tocar los temas de Creedence en público, “para que a la gente no se le olvide que son tuyos”.

El nuevo disco de John Fogerty es, entonces, el nuevo disco de Creedence Clearwater Revival, pues la mayoría de los 20 temas que comprende son los que creó Fogerty para ese grupo y son los que dotaron de prestigio, brillo e identidad, y con los que ya pasó a la posteridad un ente conocido como el sonido Crídens.

John Fogerty regresará a México para ofrecer un concierto en el Auditorio Nacional, el lunes 29 de septiembre, con su nueva banda en la que se incluyen sus hijos Shane y Taylor en guitarras, bajo, teclados, y su hija Kelsy en batería.

La gran aportación de John Fogerty a la historia de la música tiene distintos componentes: el blue grass, el southern rock, el blue-eyed soul, el mardi grass y, sobre todo, la sicodelia.

Otros elementos: la música swamp rock, o bien, el rock de pantano, con inferencias a otras músicas madre muy importantes, como el zydeco, el cajún y siempre el blues.

También, la música bayou, siendo bayou un brazo pantanoso como los antiguos brazos y meandros del río Misisipi. Una de las primeras canciones de John Fogerty para los Creedence se llama precisamente Born on the bayou.

Otro dato curioso: el primer éxito de los Crídens no fue escrito por John Fogerty. Se trata de una versión a un clásico escrito por Dale Hawkins en 1957: Susie Q, que retomaron los Crídens en 1968. Existe una versión corta, como todo éxito para ser transmitido por la radio comercial, y una versión larga, que figura entre las obras de culto de los Crídens.

El impacto de la música de los Creedence Clearwater Revival fue recogido por el cineasta Francis Ford Coppola en su obra maestra Apocalypse Now, filme de 1979 que incluye un episodio donde suena Susie Q, curiosamente no interpretada por los Crídens ni por Dale Hawkins sino por Flash Cadillac.

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▲ El músico estadunidense John Fogerty celebró su cumpleaños 80 el 28 de mayo pasado.Foto Universal Music/Concord

Y es que Susie Q atraviesa varias eras. Existen versiones varias, entre ellas la que hicieron los Rolling Stones y también Johnny Winter, José Feliciano y Bobby McFerrin, pero ninguna ha tenido tanto éxito como la de los Crídens. Es más, es normal que se les atribuya la autoría, equivocadamente, a ellos.

Y hablando de versiones. Existe una interpretación / versión de la pieza Have You Ever Seen the Rain, a cargo de Juan Gabriel, uno de los músicos más geniales que ha dado México.

El término “John’s version”, decíamos, es un recurso irónico para demostrar, nuevamente, que las piezas fundamentales de Los Crídens siempre han sido de la autoría de John Fogerty.

El disco titulado Legacy incluye piezas representativas del largo recorrido como solista, que inició en 1973 con el álbum The Blue Ridge Rangers, seguido de un disco que lleva el nombre del músico, para dar paso a la que considero la obra maestra de John Fogerty: Centerfield, álbum de 1985 que incluye la pieza The Old Man Down the Road. Música en la cúspide.

Hizo otro disco al año siguiente: Eye On the Zombie y sigue un largo periodo de silencio, que concluye en 1997 con Blue Moon Swamp para dar paso a otra pausa, luego de editar Premonition, un disco en vivo, en 1998 y un tercer regreso, en 2004, con el álbum Deja Vu, donde pone en evidencia su sentido de lucha social, en este caso su oposición a la guerra de Estados Unidos contra Irak.

El álbum Legacy incluye piezas poco conocidas, por ejemplo, el track 8: Someday Never Comes y el siguiente: Porterville y otra: Wrote a Song for Everyone.

En la estación radiofónica Radio Capital existió durante años y años el famoso Club de los Creedence, con dos emisiones diarias donde sonaban desde las canciones más conocidas hasta las piezas consideradas por muchos melómanos obras de culto y que tenían sus versiones cortas y largas.

En el disco Cosmo’s Factory hay dos obras de larga duración, la que abre el álbum: Ramble Tamble, de siete minutos de duración inmersos de plano en la inmensa sicodelia. Este es el Crídens tan apreciado por algunos, contrario al Crídens que aman las masas que se quedan con los éxitos “fáciles de oír” como Proud Mary, y que suele ser sujeto de desprecio de oídos exquisitos, que se pierden de exquisiteces como la pieza de 11 minutos titulada I Heard It Through the Grapevine, que originalmente es una de las obras maestras del periodo Motown, 1966, escrita por Norman Whitfield y Barren Strong para Gladys Night & The Pips.

En ese disco viene otro episodio que caracteriza al mejor Crídens, el track 2: Before You Accuse Me (Take a Look at Yourself), pieza original de otro genio: Bo Didley, quien la creó en 1957 y que luego de los Crídens fue retomada en 1989 por Eric Clapton para convertirla en otro clásico a partir de un clásico.

Es el mismo caso de Susie Q: una pieza ajena que convierten en propia para crear un monumento. Ese tipo de ejercicios son recurrentes en la historia de la música: un autor toma una obra de otro autor, como las Variaciones sobre un tema de Paganini, de Serguei Rachmaninov, o bien las Variaciones sobre un tema de Haydn, de Johannes Brahms y los resultados son siempre fascinantes.

Se trata simplemente del disfrute de la música. Ocasiones donde lo que importa es lo que ocurre en el instante, la celebración del presente, la creación musical pura y eso es lo que distingue la carrera musical de John Fogerty, un clásico viviente que a sus 80 años consigue nuevo hito: supera lo que todos conocíamos como El Sonido Crídens para consolidar lo que todos celebramos, disfrutamos y aplaudimos todo el tiempo: El Sonido Fogerty.

Larga vida.

@PabloEspinosaB

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