Ajustar cuentas a juez cómplice
l sujeto, lleno de temores porque la reforma destruiría, como lo hizo, los puentes judiciales por donde iba y venía para burlar y no cumplir con sus obligaciones, decidió incluso llamar a la rebelión contra el gobierno para tratar de salvaguardar los privilegios con los que logró amasar una de las más grandes fortunas del país.
A su lado, un juez que nunca fue conocido por sus buenas decisiones, aunque logró fama por construir una complicidad perfecta con el de los dineros, lo cubrió con un inmenso manto de impunidad que ahora se vino abajo.
Para el deudor parece que hay destino y pagará aquí y allá lo que debe más los intereses que no se le deberían perdonar. Y es que alguna vez se le invitó a pagar con algunos descuentos que harían menos pesados los intereses de la deuda, pero dijo que no, rechazó la oferta. Hoy la opción no se le debería presentar; por el contrario, la deuda debe ser pagada centavo a centavo. Eso, hasta donde sabemos, ya está resuelto, pero ¿y el juez?
Se trata del juez Miguel Ángel Robles, quien durante más de 30 años ha estado a cargo como presidente del sexagésimo tercer juzgado civil del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, y desde ahí ha desafiado todo intento de justicia contrario a los intereses del millonario.
Robles ha sido señalado en múltiples ocasiones y por muchos medios como el escudo que protege, dentro del ámbito de su poder –hay que recordar que en la Suprema Corte de Justicia el cínico deudor gozaba de los favores de otros juzgadores–, al millonario que hoy ha sido advertido de desistirse de las demandas en contra de sus acreedores, demandas cuyos resultados favorables obtuvo del juez Robles.
Así las cosas, hoy el cínico deudor parece acorralado, sí, pero y el juez. Sólo de mirar las decisiones que ha impuesto se explica la reforma al Poder Judicial y la pregunta salta sola: ¿Robles no es acreedor a ninguna sanción?
Las cosas han cambiado; ahora existe un organismo encargado de poner sobre los juzgadores una enorme lupa de la que no escape ninguna de las posibles fechorías que cometan jueces, ministros y magistrados que componen el Poder Judicial. En la Ciudad de México le corresponde al Tribunal de Disciplina Judicial revisar la actuación del juez.
Quienes conforman el organismo no son gente muy conocida, pero la responsabilidad que enfrentan es enorme. El caso Robles debe ser, para ellos, uno de los más importantes, ese que demuestre de qué están hechos y no debe haber dilación en sus investigaciones y sus resultados. De esa investigación dependerá la confianza que la ciudadanía le otorgue a la instancia y nadie quiere que se fracase en el primer intento.
De pasadita
Se cumple ya el primer aniversario de la toma de posesión de la primera mujer que gobierna a este país y los números dan idea del apoyo a la mandataria.
Pese a los intentos del partido que la llevó hasta la Presidencia por echar a perder todo el trabajo de la 4T, Claudia Sheinbaum ha logrado mantener un considerable margen de aprobación ciudadana, mientras Morena cada día, cada vez, está peor.
Hace unos días la Presidenta respondió que su momento más difícil ha sido enfrentar al monstruo naranja, pero es obvio que lo que sucede en Morena es un problema serio que tendrá que resolver hoy o mañana y que, se vea como se quiera ver, es en realidad un problema serio, por más que se le quiera minimizar. ¡Cuidado!