 
       Miércoles 29 de octubre de 2025, p. 4
A Eugenia Revueltas le pesaba mucho la figura de su padre, el compositor Silvestre Revueltas (1899-1940), “el genio atormentado”. Tan era así que la música no fue una opción de vida, a pesar de que la estudió, ni tampoco la medicina, disciplina que también dejó de lado para consagrarse a su verdadera pasión: las letras y la historia.
Con su partida el lunes pasado, según informaron familiares y la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, la historiadora y docente deja un espacio insustituible en esa instancia , de la que fue pilar en el Colegio de Hispánicas por más de medio siglo. Sus restos fueron velados ayer en la agencia García Torres del Pedregal.
Eugenia Revueltas Acevedo, de acuerdo con la Enciclopedia de la Literatura en México, nació el 15 de noviembre de 1934 en la Ciudad de México. Fue investigadora y docente, con doctorado en letras españolas e iberoamericanas por la UNAM, donde estudió la semiótica del teatro, la narrativa mexica contemporánea y las relaciones entre la historia y la literatura.
Durante 11 años, apunta dicha semblanza, dirigió la revista Punto de Partida, trabajo sustancial del cual surgió el Departamento de Cursos, Conferencias y Publicaciones de la Coordinación de Difusión Cultural. En ese lapso, impulsó la diversificación de su temática y abrió las páginas de esa publicación a los estudiantes de las universidades del país, lo que le permitió dar a conocer la capacidad y el talento de connotados autores como Luis de Tavira, Paco Ignacio Taibo II, Elena Milán y Héctor Mendoza, entre muchos otros. Se le reconoce asimismo como formadora de escritores, entre ellos Marco Antonio Campos y Evodio Escalante.
En su trayectoria, colaboró en numerosos proyectos en diferentes instituciones de la UNAM, así como del Colegio de Michoacán. Asimismo, fue acreedora de varias distinciones, entre ellas el Premio Universidad Nacional por Labor Docente en Humanidades, la Distinción al Mérito Editorial y el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz.
En una entrevista con el escritor José Ángel Leyva, publicada en marzo pasado en La Jornada Semanal, la doctora Revueltas confesó que si bien su papá y su tío José, el escritor, son personajes admirables y adorados, “tuvieron poco tiempo para sus familias”.
En dicha conversación con José Ángel Leyva, autor del libro El naranjo el flor: homenaje a los Revueltas, Eugenia Revueltas habló de su amistad con los escritores Hugo Argüelles y Juan Vicente Melo, con quienes había comenzado a estudiar medicina y desertaron, como ella, para dedicarse al teatro y las letras.
 
       
	
       
 
     










 
      
	          
	       